Este fin de semana he podido leer en un medio de comunicación los datos estadísticos presentados por el Presidente del Instituto de Política Familiar en relación a las rupturas matrimoniales. Las cifras son escalofriantes.
En los últimos 30 años (1981-2010) se han producido en España más de 2,5 millones de rupturas (1.333.476 divorcios y 1.172.710 separaciones) que han afectado a 2 millones de hijos (1.969.616 hijos afectados). Concretamente se realizaron  4.056.241 matrimonios y se produjeron 2.507.695 rupturas familiares. Esto significa que por cada 10 matrimonios celebrados se han roto 6  y de los 1.333.476 divorcios, el 50% ( 636.454 ) tuvieron lugar desde la promulgacion de la ley del divorcio exprés (2005-2010).
Ante estos datos que podemos hacer. El Papa Juan Pablo II lo tuvo muy claro desde el comienzo de su pontificado y puso en marcha dos Jornadas Mundiales: la de la Juventud (1985) y la de la Familia (1992),  proclamando que «En la familia se fragua el futuro de la Humanidad».
También el Papa Benedicto XVI en el último encuentro mundial de la familia en México afirmaba “La familia es un fundamento indispensable para la sociedad y los pueblos, así como un bien insustituible para los hijos. Es una verdadera escuela de humanidad y de valores perennes”. Sin matrimonios estables y sin familia la sociedad naufraga. Por eso hay que salir a su rescate.
Desde hace 33 años se celebra en la Diócesis de Cádiz-Ceuta la semana de la familia.  La edición de este año que comenzó en el día de ayer lleva como lema  “La familia: soporte en la crisis actual”. A lo largo de toda la semana se celebrarán distintas conferencias, mesas redondas y eucaristías que nos ayudarán e iluminarán para afrontar con positividad esta situación.
Para concluir, el Consejo de Europa  consciente de ello aprobó recientemente un documento titulado “Invertir en la cohesión de la familia como factor de desarrollo en tiempos de crisis”. En él  reconoce que “la cohesión familiar produce beneficios materiales y virtudes espirituales como paz, bienestar, estabilidad económica y ahorro”.
En este sentido el movimiento familiar en Europa tendrá un momento clave en 2014, propuesto como Año Europeo de la Familia. Leer