sábado, 26 de noviembre de 2011

¡PSSSH! ENRIQUEZ GARCÍA-MAIQUEZ

¡Psssh!


Se admiran de que Dante leyese en una calle de Florencia y que pasara por su lado una bulliciosa procesión sin que se diera cuenta. Se pone como ejemplo de su capacidad de concentración lectora. No se puede dudar de mi fervor dantesco, pero aquí se equivocan los hagiógrafos. Se lee perfectamente con ruido exterior, entre una procesión o en cualquier bar de cualquier pueblo, porque el ruido te fuerza a no apartarte ni un ápice de las líneas. Lo difícil es no distraerte en el silencio, cuando la imaginación está más viva que nunca. No hay mayor incordio para leer bien —lo ignoran los que no son aficionados— que uno mismo. 
Del blog: rayosytruenos.blogspot.com

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