lunes, 29 de octubre de 2012

LOS OBISPOS SIRIOS A LOS MUSULMANES: "QUEREMOS SEGUIR VIVIENDO COMO HERMANOS".


«Vuestras alegrías son nuestras alegrías, así como vuestras penas son las nuestras. Hemos vivido como hermanos y seguiremos viviendo como hermanos». Esto escriben los obispos católicos de Siria, en un mensaje en el que deploran el asesinado del sacerdote ortodoxo Fady Haddad. En el funeral, un coche bomba asesinó a varias personas. Prosiguen los ataques contra los cristianos
Noticia digital (29-X-2012)

Un coche bomba explotó el sábado frente a la iglesia siro-ortodoxa de la ciudad de Deir Ezzor en el este de Siria, dañándola severamente. Según fuentes locales, las víctimas del ataque son cinco personas que se encontraban en un restaurante cerca de la iglesia. En de septiembre, la misma iglesia, dedicada a la Virgen María, había sido profanada y saqueada por bandas armadas. En la región de Deir Ezzor, actualmente bajo el control del Ejército Libre Sirio, se ha señalado la presencia de grupos salafistas. Hace un mes, algunos jóvenes cristianos de la misma región, en las filas de la oposición, han escrito una carta abierta, que ha publicado el sitio web independiente Now Lebanon, pidiendo a los líderes militares del Consejo Revolucionario el respeto de los lugares de culto, cristianos y musulmanes.
Por otro lado, los obispos católicos de Damasco han expresado sus condolencias por el brutal asesinato del sacerdote griego-ortodoxo Fady Haddad; deploran «la conspiración extranjera que está sembrando el mal y la destrucción en el país», y lanzan un fuerte llamamiento a la reconciliación: esto es lo que se lee en una nota del Consejo de los Obispos católicos de Damasco, enviada a la Agencia Fides.
El padre Fady, párroco de la iglesia de San Elías en Qatana - pequeño centro a las afueras de la capital siria -fue secuestrado el 18 de octubre mientras estaba negociando la liberación de uno de sus feligreses, cayendo en manos de un grupo de hombres armados no identificados. El sacerdote griego-ortodoxo fue encontrado muerto seis días después. Ante el asesinato del sacerdote, los obispos católicos expresan pesar por todos los «ataques contra ciudadanos inocentes, contra lugares de culto musulmanes y cristianos y contra hombres de religión que trabajan en el ministerio humanitario y espiritual» y que se están multiplicando estos días de sufrimiento para toda Siria.
Durante el funeral del padre Fadi Jamil Haddad, se produjo un atentado con bomba, que mató a dos civiles y a algunos militares. En la misa de funeral, celebrado en la iglesia de San Elías en Qatana por el Patriarca Ignacio IV Hazim, estaban presentes miles de cristianos conmovidos y angustiados por la pérdida del sacerdote. En un comunicado del Patriarcado griego ortodoxo de Antioquía, enviado a la Agencia Fides, se define al padre Haddad como «un mártir de la reconciliación y la armonía». De hecho, el sacerdote «estaba realizado una noble misión humanitaria para liberar a un miembro de su parroquia que había sido secuestrado unos días antes». En la mediación, el padre Fadi fue secuestrado junto a otro intermediario. Los secuestradores pidieron un rescate enorme y luego lo mataron.
En su comunicado, los obispos católicos reiteran el mensaje de que la violencia y la división «no son parte de la naturaleza del pueblo sirio y de sus tradiciones pacíficas», y renuevan su «llamamiento a la reconciliación» y a «detener la violencia, la proliferación de armas y la efusión de sangre». La última parte del llamamiento está dirigido a los «hermanos musulmanes», que en estos días celebran la festividad del Aladha: «Vuestra fiesta -escriben los obispos -es nuestra fiesta, vuestras alegrías son nuestras alegrías, así como vuestras penas son las nuestras. Hemos vivido como hermanos y seguiremos viviendo como hermanos».
El padre Fady Haddad es el segundo sacerdote asesinado en Siria desde que comenzó el conflicto. En enero, el sacerdote Bassilios Nassar fue asesinado en Hama mientras intentaba rescatar a un herido.

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