martes, 27 de noviembre de 2012

AL PADRE D. ANTONIO Mª. LIMA TORRADO QUE DESCANSA EN LA PAZ DEL SEÑOR.


La Catedral de Jerez llena de fieles que asistieron al Funeral por el eterno descanso
 del Padre D. Antonio Mª. Lima Torrado


Sabía de su enfermedad hace algún tiempo, sabía de la gravedad de su estado y por eso le rezaba al Señor que fuera indulgente con él.

Esta mañana, muy temprano, antes de la siete, eché un breve vistazo a mi correo electrónico y al facebook. La media hora que tarda en recorrer el tren el trayecto de Jerez-San Fernando da para mucho y así me enteré, por medio del San Fernando Cofrade, del fallecimiento del Padre D. Antonio Mª. Lima Torrado. Ya por fin descansaba de todos los padecimientos que estaba sufriendo.

Tengo que decir que no lo conocí en profundidad. Lo conocí en la residencia de ancianos que tenían en Jerez las Hermanitas de los Pobres, ya que en la misma mi mujer y mi suegra eran voluntarias. Lo pude saludar en dos ocasiones más, siempre amable, cordial y cariñoso aunque mi recuerdo de él es fugaz como lo fueron nuestros encuentros. No obstante en casa era muy conocido pues era el Confesor de Conchi, la madre de Hetepheres, y siempre me decía la paz y la tranquilidad que sentía cada vez que se confesaba, que recibía el Sacramento de la Penitencia por medio de sus manos.

También sabía de la fama que atesoraba, y atesora, por medio de mi querido amigo y hermano José Carlos Fernández Moscoso ya que este ejemplar Sacerdote era parte más de la familia. Tanto sus padres, su tía y él mismo sentían un cariño, que era recíproco, por D. Antonio. Fue durante más de 30 años todo un director espiritual para esta querida familia, donde conversaban, reflexionaban, meditaban y les abría caminos para llegar con más profundidad a Dios. Por eso aparte de su madre y hermanos, el Padre D. Antonio Mª Lima deja otra familia que lo ha querido, lo han admirado, respaldado y cuidado hasta el fin de sus días.

El funeral se ha celebrado hoy a las cuatro y media de la tarde en la Santa Iglesia Catedral de Jerez. Presidía la Celebración el Obispo de Asidonia-Jerez, Monseñor D. José Mazuelos y lo acompañaban el Vicario General, el Padre D. Federico Mantaras Ruíz-Berdejo, el Deán de la Catedral y gran parte de los Presbíteros de la ciudad. El templo estaba lleno de fieles, de amigos, de personas con lágrimas en los ojos porque Dios se había llevado a un Cura bueno, una persona extraordinaria. 

En los bancos de la Iglesia se podían ver personas estrechamente relacionadas con Movimientos y Realidades Eclesiales así como feligreses que querían despedir de esta forma a D. Antonio. Entre los asistentes se encontraban miembros de su familia así como José Carlos Fernández Moreno y su esposa así como José Carlos Fernández Moscoso y su querida tía que ha sido la persona que Dios ha puesto para que la grave enfermedad que padecía fuese más llevadera.

La Ceremonia estuvo solemne al máximo. Las palabras del Obispo certeras, cercanas y cariñosas en las que ponían en valor la figura de este buen Sacerdote que nos había dejado para marcharse a la Casa del Padre.

Tengo que decir que después de comulgar recé por él al Señor y también por su familia de allá y de aquí, para que les diera la fuerza necesaria para consolar tanta tristeza. Sin lugar a dudas Dios hizo que mis ojos se dirigieran al féretro que acogía su cuerpo mortal y le diera las gracias, sí le diera a D. Antonio las gracias, por haber sido un magnífico Sacerdote, un Ministro ejemplar, un buen discípulo de Cristo porque yo que apenas le conocía era receptor de tantas manifestaciones de cariño, de pesar, de todo lo bueno que había hecho por tanta y tanta gente las cuales son mejores cristianos gracias a él. Dios utiliza siempre los mejores instrumentos para hacer que su Mensaje, su Reinado cale en los corazones de todos los hombres de buena voluntad y, en este caso concreto, ha utilizado al Padre D. Antonio Mª Lima Torrado para llevar su Palabra a muchos y con su testimonio de vida fuera el espejo donde mirarse para vivir la fe. Vivir la fe, gozar la fe desde el principio hasta el final de nuestros días tal y como D. Antonio lo hizo.

Rezo para que ya esté disfrutando de la ansiada presencia de Jesucristo Resucitado, que es Vida y Esperanza Nuestra, para que cogido de Su Bendita Mano esté ya en la Gloria.

Para su familia mis profundas condolencias y para José Carlos Fernández Moscoso y familia todo mis sentimientos de pesar, todo mi apoyo y cariño porque sé que se os ha marchado un ser imprescindibles en vuestras vidas aunque pensad que ahora, que D. Antonio está con el Padre, es cuando lo tenéis siempre con vosotros.

Recibid un fuerte abrazo desde el corazón,

Jesús Rodríguez Arias


El Obispo y el Clero acompañado de los fieles asistentes al funeral despiden el féretro.



3 comentarios:

  1. José Carlos Fernández Moscoso27 de noviembre de 2012, 22:15

    Querido Jesús: tu saludo, cariñoso y veraz, sirvió de mucho consuelo en una tarde luctuosa en la que todos rezamos por Antonio y personalmente lo hice a Dios para que ayude especialmente a mi tía Adelaida en estos momentos. Tu hermano en la fe,

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  2. Nos ha dejado mi querido y buen amigo Antonio, fue ese amigo incondicional que todos queremos tener . Tuve la dicha de contar con sus sabios consejos durante diecisiete años que ha durado nuestra amistad hasta el final de sus días en la educación de mis tres hijos.
    Caso a mi primera hija y bautizo a mi nieta. Un magnífico Sacerdote, un buen discípulo de Cristo y un Ministro ejemplar, el 8 de Septiembre de este mismo año caso a mi segunda hija, siendo ésta la última boda que celebraría.
    Ya no disfrutaremos de su compañía ni podremos escuchas sus palabras confortandonos en esos momentos que más lo necesitamos, pero se que seguirás en presencia de Dios velando por todas las personas que te hemos querido. Descansa en Paz

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    1. El 26 de Noviembre del 2012 nos dejaste, ha pasado un año de tu partida. Los días y meses han pasado de prisa, pero en el recuerdo de mis hij@s y en el mío aún sigue con nosotros. No escuchamos tus palabras, ni tus sabios consejos, pero se que en presencia de Dios seguirás velando por todos nosotros como lo hiciste en vida. Descansa en Paz

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