miércoles, 27 de marzo de 2013

A LA HERMANDAD DE LA VERA+CRUZ DE SAN FERNANDO EN ESTE PARTICULAR MIÉRCOLES SANTO.

Miércoles Santo. Mitad de la Semana Santa y preámbulo de los días centrales de nuestra fe.

Hoy, en La Isla, se une en un gran abrazo el Gran Poder de Cristo que anuncia Su Buena Muerte y junto a Él Su Madre a la Vera de la Cruz, llena de Dolores en Su Mayor Dolor porque a Su Hijo lo han matado por anunciarnos a todos los hombres y mujeres un Reino lleno de Amor.

Pero hoy, si el tiempo no lo impide, saldrá a las calles de San Fernando una Hermandad que está pasando su particular Calvario. Sale a la calle con coste cero de gastos porque no tienen de donde gastar, sale a la calle porque muchos cofrades de esta querida Ciudad se han volcado así como sus hermanos que este Miércoles, más que nunca, estarán junto a Jesús al igual que María y el discípulo amado a la Vera de Su Cruz.

Quiero, desde este post, mostrar mi cariño y mi cercanía a la Hermandad de la Vera+Cruz de San Fernando. Hoy tienen un misión muy especial que dar a todo el pueblo que presencien el discurrir de esta histórica Cofradía, tienen la misión de EVANGELIZAR a cada paso porque vosotros, con lo que lleváis pasado, os vais a convertir en propagadores de la fe durante unas horas por las calles de La Isla.

Opino, y es mi opinión más personal, que vosotros, todos los hermanos y hermanas de esta querida Hermandad habéis sido perseguidos hasta la extenuación por los poderes que representan el poder más alejado de Dios y, por supuesto, de la Madre Iglesia. Todos los hermanos así como los miembros de la Junta de Gobierno habéis estado en el disparadero durante mucho tiempo y os han tiroteado hasta hacer mellas importantes y alguna que otra herida.

Pero para Dios no es nada imposible y, poco a poco, todo se irá solucionando. No os quepa dudas que las aguas volverán a su cauce, a lo  mejor no es al mismo de antes, pero sí con el tiempo se recuperará la normalidad. El Señor se compadece de sus hijos cuando son perseguidos por su causa.

Siento, muy de veras y permitidme que lo exprese, la marcha de Rafael Valverde como Hermano Mayor. No voy a redundar ni en las circunstancias ni el por qué de las mismas, no soy yo quien debe erigirse ni en juez ni en parte, pero sé que vosotros, sus hermanos en la fe, lo echaréis mucho de menos en el día de hoy.

Mi querido Hermano Mayor, Junta de Gobierno y hermanos de mi querida y admirada Hermandad de Vera+Cruz esta tarde, si Dios así lo permite, estáis convocados para realizar una Estación de Penitencia ejemplar y ejemplarizante porque después de lo sufrido, de la persecución tan atroz que ha lastimado vuestros corazones, tenéis la autoridad moral suficiente para decir a todos: ¡Aquí está Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre, y a la Vera de la Cruz Su Madre, el discípulo amado, las Santas Mujeres y todo el pueblo de San Fernando que hoy se pliega a tus plantas y te venera. Dios, clavadito en ese madero nos mirará y  nos dirá al oído, susurrando a nuestras almas: "Coge tu Cruz y sígueme".

Os transmito toda mi cercanía y oraciones en este especial día aunque no podré estar físicamente con vosotros pues, dentro de unas  horas, marcho para mi lugar de paz donde voy a vivir, en medio de la meditación, del retiro, de la oración, lo que resta de la Semana Santa: Villaluenga del Rosario.

Este año, será por mi enfermedad o porque Dios me indica que así sea, me retiro del mundo hasta de lo que más me gusta que son las Hermandades y Cofradías en la calle y pongo kilómetros de por medio, allí en medio de la montaña, en la acompañada soledad, rezaré y viviré de forma muy personal la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Me voy al lugar que Dios me ha regalado y que me ha dado tanta paz y tanto sosiego, en el cual he podido vivir desde una intensa espiritualidad una Cuaresma distinta, diferente y plena.

A la hora convenida, esté donde esté, mis oraciones se elevarán al Padre por la Hermandad de la Vera+Cruz de San Fernando así como por todos y cada uno de los hermanos que la conforman.

Recibid un fuerte abrazo y que Dios os bendiga.

Jesús Rodríguez Arias

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