miércoles, 27 de marzo de 2013

CÁDIZ: DÍA A MEDIAS CON TRES SALIDAS Y SÓLO DOS RECOGIDAS.


Diario de Cádiz

La lluvia que amenazaba la tarde dejó sin salir a Piedad y Sanidad Las otras tres cofradías se mojaron durante sus recorridos, dejando Columna sus pasos dentro de la Catedral
E. LÓPEZ / J.M. SÁNCHEZ REYES / P-M. DURIO CÁDIZ | ACTUALIZADO 27.03.2013 - 06:40
zoom
Piedad no pudo abandonar su templo por la amenaza de lluvia. /Joaquín Pino
Share
LO que mal empieza, mal acaba. Las previsiones apuntaban desde hace días a un Martes Santo sin cofradías. Y después de una tarde-noche un tanto frenética, el saldo final de la tercera jornada de la Semana Santa fue de tres cofradías que desafiaron a los partes y pagaron las consecuencias, regresando dos de ellas (Caído y Ecce-Homo) a toda prisa y bajo una lluvia intensa por momentos hacia sus templos y quedándose los pasos de la tercera (Columna) en el interior de la Catedral, lo que ya de por sí es otra noticia importante del día.
 
Desde primeras horas del día, las consultas meteorológicas fueron una tónica entre las cinco hermandades del día, que confirmaban que no sería una jornada fácil para las juntas de gobierno.
 
Partes y decisiones
Durante la mañana, la previsión que barajaba el Consejo de Hermandades era que entre las doce del mediodía y las diez de la noche había un probabilidad de lluvias débiles del 40%, porcentaje que se duplicaba entre las diez de la noche y las cuatro de la madrugada. Este pronóstico complicaba en demasía las decisiones a tomar; por un lado, porque ese 40% podría rebajarse a lo largo de la jornada. Por otro, porque a las diez de la noche había algunas cofradías que estaban bastante lejos de su casa y sin posibilidad de refugiarse en ningún sitio, por lo que salir era muy arriesgado.
 
Así las cosas, y a la espera de conocer futuros partes meteorológicos, las cinco hermandades se reunieron a las tres de la tarde en la sede del Consejo para valorar la situación. Al término de ese encuentro, la hermandad de El Caído anuncia su salida, que haría veinte minutos después del horario establecido. Columna, por su parte, informaba de que la decisión final sobre la salida se retrasaba hasta las seis de la tarde, eliminando en caso de salir la visita a las Hermanas de la Cruz y tomando directamente San Antonio, Ancha y Cánovas. Y a las cinco y cinco de la tarde, el Consejo de Hermandades informaba oficialmente lo que desde algún tiempo antes se rumoreaba, que Piedad suspendía su salida procesional, prevista para las seis menos cuarto de la tarde.
 
Las decisiones de Ecce-Homo y de Sanidad aún tardarían más en llegar. En San Pablo, al igual que en San Antonio, los cortejos empezaban a organizarse en su interior, lo que hacía prever algo que se confirmó posteriormente: ambas cofradías saldrían a la calle. En los micrófonos de Canal Sur Radio, el hermano mayor del Ecce-Homo, Juan Antonio Ramírez, confirmaba la noticia y remarcaba la intención "de ir acortando tiempos". Y desde el altar mayor de San Antonio, el hermano mayor accidental de Columna, Francisco Álvarez, anunciaba la misma decisión ya que los partes que manejaban no daban lluvia hasta las doce de la noche -"en principio, porque tampoco daban agua los partes anteriores y ha llovido", reconocía Álvarez-.
 
Hasta ese momento, la jornada transcurría con retrasos y alteraciones pero con una única cofradía en casa, la de Piedad. Pero a la hora en la que la Cruz de Guía tenía que empezar a salir de la Catedral Vieja, Ildefonso Herrera anunciaba que la hermandad suspendía la salida, ya que las previsiones que manejaban ofrecían un 80% de probabilidades de lluvia en torno a las nueve de la noche. Quedaba así completamente rota la tercera de las jornadas del Martes Santo.
aparece la lluvia
 
Ya con todo decidido (tres cofradías realizando estación por las calles de la ciudad y dos en sus respectivos templos), llegó lo más esperado: la lluvia. Las primeras precipitaciones llegaron con las tres hermandades en la calle, dos de ellas (Ecce-Homo y Columna) camino de Catedral y la tercera (Caído) ya en carrera oficial.
En esos momentos, algunos pasos abandonaron el acompañamiento musical y comenzaron a aligerar el ritmo camino del primer templo diocesano. El misterio de Columna se encontraba en esos momentos por Cristóbal Colón, el palio en San Francisco y los dos pasos de Ecce-Homo bien cerca de Catedral.
La leve lluvia dio un primer aviso, y a los minutos volvió a aparecer ya de manera continuada, en un principio, y con más fuerza minutos después. Curiosamente, eran alrededor de las nueve de la noche -la hora fijada en algunas previsiones meteorológicas- cuando esto ocurría, lo cual puede dar muestra de las complicaciones que paradójicamente están provocando la proliferación de webs, aplicaciones y fuentes de predicción meteorológica.

Resultado final
Muy complicada se volvió la situación para las tres hermandades que se habían aventurado a salir. La primera de ellas, la del Caído, decidía retornar a San Francisco por Valverde, Beato Diego y San Francisco, en un plan que ya estaba previsto antes de salir y que acordaron cuando apareció la lluvia. Ecce-Homo, por su parte, aligeró el paso con el misterio andando al doble paso mientras mantenía el acompañamiento musical y con el palio sin música, en un despliegue de esfuerzo físico de la cuadrilla de Francisco García Palos (que, por cierto, se estrenaba ayer bajo este paso de la Virgen de las Angustias). Y lógicamente, la hermandad no completó la carrera oficial, sino que tras subir Novena accedió directamente al interior de San Pablo, como desgraciadamente ha ocurrido ya en varias ocasiones en estos últimos años.
 
La última de las cofradías, Columna, proporcionaba por su parte la última de las sorpresas del Martes Santo al anunciar que los dos pasos se quedarían en el interior de la Catedral hasta la jornada de Sábado Santo. Según fuentes del Consejo, la primera opción que se barajó fue la de trasladarlos hoy miércoles, pero ante la alta probabilidad de lluvia para el día y ante la falta de cargadores disponibles, el propio Cabildo Catedral (el deán, Guillermo Domínguez Leonsegui, se acercó hasta el primer templo) ofreció la posibilidad de que los titulares regresen en la mañana del sábado. Esto no ocurría desde el año 1995, cuando Vera-Cruz se quedó también en Catedral el Lunes Santo y no regresó a San Francisco hasta el Miércoles Santo (al estar lloviendo también en la tarde del Martes, que es cuando en principio iba a ser el regreso).
Así, el paso de misterio de Columna y el palio de Lágrimas saldrán de Catedral a las once de la mañana del Sábado Santo para recorrer, sin acompañamiento musical, el mismo itinerario que ayer dejaron pendiente (Catedral, Compañía, Santiago, Candelaria, Montañés, Palillero, Novena, Ancha y San Antonio).
 
Con esto, el Martes Santo que empezó con malos augurios finalizó a las diez menos cuarto de la noche (cuando entró el palio de Ecce-Homo) con esa sensación de haberlo vivido a medias. 
 
Piedad
Alrededor de las cuatro de la tarde los pronósticos de la Base de Rota resultaron definitivos para la decisión de no procesionar que tomó la junta de gobierno de la cofradía de La Piedad. Las nueve de la noche era la hora señalada para que el cielo descargara un importante aguacero. La previsión era demasiado desfavorable para poner en riesgo el patrimonio de la hermandad. El hermano mayor de la hermandad con sede en la iglesia de Santiago, Miguel Ángel Molina, explicaba que a la hora señalada el cortejo estaría entre la calle San Pedro y la calle San Francisco, lo que hubiera dejado al convento franciscano como única opción cercana para resguardarse de la lluvia. "La altura de nuestro Crucificado obligaría a una maniobra de entrada en San Francisco de unos veinte minutos, lo suficiente para que cayera al paso una manta de agua", señaló poco después de anunciar a los hermanos de La Piedad la suspensión de la estación de penitencia. La decisión fue más que acertada porque desde las nueve y cuarto comenzó a llover con cierta fuerza. 
 
La estampa de la Iglesia de Santiago a la hora prevista para la salida era de gran tristeza. Ante los pasos del Santísimo Cristo de la Piedad y María Santísima de las Lágrimas formaban los gastadores del RACTA número 4, el Regimiento de Artillería de Costa del Ejército de Tierra, dado el título de militar que ostenta la hermandad, representado por el coronel Miguel Ángel Acero Bañón. 
 
Desde el púlpito, en una imagen no usual en estos tiempos, el director espiritual de la hermandad, el padre José Manuel Daza, también rector del Seminario Diocesano, calificaba como "triste pero responsable" la decisión de la junta de gobierno, dirigiendo con posterioridad la Oración de las Cinco Llagas. La iglesia de Santiago Apóstol abrió sus puertas al público para que contemplara los dos pasos y la banda de cornetas y tambores del Cristo de la Victoria, de León, ofreció algunas de las marchas que la previsión meteorológica le impidió interpretar por las calles del centro.
 
Caído
La hermandad de Jesús Caído comenzó a vivir la jornada del Martes Santo por la mañana, cuando el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, entregó su bastón de mando para que procesionara en el frontal del paso de misterio, en un acto en el que participó la coral de la Universidad. Por la tarde, momentos antes de la salida procesional, el director espiritual de la hermandad, el marianista Luis Castro, concelebró la eucaristía con el predicador de los cultos, José Antonio Barbudo; el superior de los marianistas gaditanos, Ignacio Sánchez Galán, y el hermano de la cofradía Rafael Iglesias Calvo, también sacerdote de la Compañía de María, en la que estuvieron presentes los 400 hermanos que iban a acompañar a sus titulares en la estación penitencial, que llenaron la iglesia de San Francisco.
 
En la homilía el padre Luis Castro animó a los presentes a seguir a Jesús Caído y a la Virgen de los Desamparados y a darles gracias  "porque la Pasión es la gran historia del amor de Dios, que un día nos mandó a su Hijo, que llegó a a la cruz,  fue condenado, pero al tercer día resucitó y nos salvó por ese gran amor que nos tiene". 
Entre los presentes en el templo seráfico se encontraban el hermano mayor, Pedro Reynoso Román, así como el teniente de alcalde Juan José Ortiz, el director de Relaciones Institucionales de la UCA, Enrique García Luque, en representación del rector; así como María Dolores Sánchez Gey, por las Fraternidad Marianista, y Manuel Cotorruelo,  por la archicofradía del Carmen, que luego formaron parte de la presidencia del cortejo. También estaban antiguos hermanos, como Ignacio Rodríguez Piñero, Jaime y Manuel Fernández de la Puente, Jaime Rocha o Miguel Medina.
 
Terminada la misa, la junta de gobierno acordó iniciar la estación penitencial, mientras que en el patio conventual el sacerdote Rafael Iglesias bendecía un nuevo juego de horquillas para los manigueteros del paso de la Virgen de los Desamparados.
 
Cirios rojos portaban los hermanos que acompañaban a Jesús Caído, entre ellos un grupo de pequeños monaguillos, una tradición de la hermandad, así como representaciones de las facultades y escuelas universitarias de la UCA, incluido el centro adscrito Salus Infirmorum. Una leve lluvia hizo acto de presencia en la plaza del Cristo de la Vera-Cruz mientras el cortejo iba saliendo, lo que paralizó durante unos instantes la procesión e hizo pensar en un posible regreso y suspensión de la salida.
Pero a las cinco y diez minutos de la tarde José Asencio Cabeza y Mauricio García dirigían la operación para sacar por la puerta de San Antonio el paso de misterio, estrenando la imagen titular las potencias, la corona de espinas y la cruz, así como las cantoneras, de las que la superior le fue colocada ya en la plaza del Cristo de la Vera Cruz, interpretando seguidamente la agrupación musical Virgen de la Oliva de Vejer Caído por San Francisco.
 
Cirios blancos portaban los hermanos que precedían a la Virgen de los Desamparados, de cuya presidencia formó parte el franciscano fray José María lópez. Pasadas las cinco y media los cargadores, dirigidos por Juan de Dios Baro y Antonio Flores, conducían el paso desde la capilla de San Luis de los Franceses  a la puerta, precedido de un grupo de acólitas, al igual que el primero, y diez minutos después cruzaba la puerta e iniciaba su recorrido a los sones de la marcha Desamparados, del maestro Escobar, que interpretaba la banda de música Enrique Montero de Chiclana. La hermandad cumplía así sus primeros 53 años ininterrumpidos saliendo todos los Martes Santos, aunque en esta ocasión regresaron a San Francisco bajo una lluvia intensa.
 
Sanidad
La incertidumbre pintaba los rostros de los cofrades de Sanidad en la iglesia de Santa Cruz cuando el reloj marcaba las seis de la tarde. A esa hora estaba reunida la junta de gobierno barajando los partes meteorológicos, ninguno portador de buenas noticias puesta que de forma casi unánime vaticinaban un 80 por ciento de lluvia para las nueve de la noche. El tiempo, nunca mejor dicho, dio la razón desde las nueve y cuarto a los expertos y a la junta de gobierno de la hermandad. 
 
Las otras cofradías del Martes Santo ya habían tomado una decisión. Quedaba Sanidad y a las 18.45 su hermano mayor, Ildefonso Herrera, anunciaba la suspensión de la salida procesional y recordaba las "difíciles pruebas" a las que se ha visto sometida esta corporación nazarena en este año 2013. La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud no pudo procesionar en el vía crucis oficial de las hermandades a causa del mal tiempo y lo mismo ocurrió ayer con la estación penitencial. Sus confortantes palabras para con los hermanos se unieron a las del director espiritual de Sanidad, el padre Balbino Reguera, antes de procederse al rezo de las Cinco Llagas, que estuvo acompañado de las interpretaciones de las marchas procesionales dedicadas a la hermandad por parte de la banda de música Gailín de Puerto Serrano y también por algunos motetes del trío de capilla que debería haber acompañado a este Nazareno que por segunda vez este año se quedaba sin salir a la calle. 
 
Ecce Homo
También en la iglesia de San Pablo, en la calle Ancha, a las doce del mediodía el rector del templo, el sacerdote Manuel de la Puente, presidió la habitual misa de cada Martes Santo dirigida a los hermanos de la cofradía del Ecce-Homo, que por la tarde adelantó en quince minutos su salida hacia la Catedral, formando tras la cruz de guía los penitentes del paso de misterio, que portaban cirios color tiniebla. 
 
En el interior de la iglesia de San Pablo presenciaban la salida del cortejo dos veteranos hermanos de la cofradía, Francisco Arenas Martín e Isidro Sánchez Brun, así como Ramón Sánchez Heredia, vocal de la junta de gobierno que se recupera de sus dolencias, pero al que los facultativos habían recomendado no formar parte del cortejo en esta ocasión. 
 
Juan Antonio Ramírez, el actual hermano mayor, y su antecesor en el cargo, José Luis Rodríguez, con sus colaboradores, organizaban la salida de cortejo, en tanto Juan Manuel López Gallardo dirigía a los cargadores que iban a portar el paso de misterio, que estrenaba el dorado de los dos candelabros de la parte delantera, y que condujeron a ruedas hasta la puerta de entrada al templo, superando en una lograda maniobra sacarlo a la confluencia de las calles José del Toro y Novena.
 
Ecce-Homo mantuvo el llamado cornetín de orden para que avanzara el cortejo, una antigua tradición que recuperó en 2012. Ya en la calle, la banda de música Virgen de la Estrella de Puerto Real, que se estrenaba ayer tras la Virgen de las Angustias, interpretó la marcha Ecce Homo de Eduardo Escobar, mientras que el misterio iniciaba el camino a la Catedral, acompañado después por la banda de cornetas y tambores Santa María Magdalena de Jerez y escoltado por alumnos de la Academia del Cuerpo Nacional de Policía de Ávila. 
 
En la presidencia se situaban el rector del templo, Manuel de la Puente, y el concejal de Deportes, Alejandro Varela, además de representaciones de las cofradías del Nazareno de Cádiz y del Ecce-Homo de San Fernando. 
 
Cirios blancos portaban los hermanos que acompañaban a la Virgen de las Angustias, a cuyos cargadores Francisco García Palos llamó para iniciar la maniobra de salida a las seis y veinte de la tarde, tras invitarlos a rezar previamente un Padrenuestro y un Ave María, a la que siguió una salve que inició Francisco Arenas.
 
Pasaban escasos minutos de las seis y media cuando el paso de palio, escoltado en este caso por diez guardiamarinas de la Escuela Naval Militar de Marín, realizaba la primera levantá en la calle, a los sones de María Santísima de las Angustias. Al otro extremo de Ancha, ya se veía el paso de misterio de la cofradía de Columna entrando en la calle San José.
 
Columna
En San Antonio existe una gran familia entorno al Cristo de la Columna y a la Virgen de las Lágrimas. Ese ambiente es el que se podía palpar ayer en el interior del templo, donde todo el transcurrir de los hechos (el primer anuncio del retraso de la decisión y la posterior confirmación de la salida) no alteró la armonía y el trato que se dispensaban unos y otros. Antiguos hermanos mayores, cargadores, hermanos de filas, padres con sus hijos pequeños que empezaban a formar parte del cortejo como monaguillos, capataces con miembros de junta...
 
Francisco Álvarez anunció la confirmación de la salida, al actuar ayer como hermano mayor en funciones, ya que el titular, Sergio Rodríguez, ha sido destinado en misión militar a Somalia, hacia donde partió el Viernes de Dolores. Este hecho fue recordado por el padre Óscar González antes de salir. El director espiritual se dirigió a los hermanos para anunciarles que "vamos a ir a la Catedral a rezar el Credo, a protestar públicamente nuestra fe, a proclamar ante el mundo que somos cristianos. Ese es nuestro propósito". Y para ello deseó una noche serena y tranquila "para poder regresar sin incidentes". Algo que, desgraciadamente, no sería del todo así.
 
Diez minutos más tarde de las seis de la tarde se abrían las puertas para que el cortejo comenzara a discurrir por San Antonio. De la salida, destacaba el paso de misterio, donde además del avance de la talla completaba el misterio de los azotes una jamuga al final del paso con la clámide, la corona de espinas y la caña que le quitarían al Señor antes de azotarlo; un acólito portaría sobre sus manos una reliquia de San Antonio y también resultaba novedoso ver tras el paso un palio de respeto. ¿Signos de los nuevos aires de San Antonio? Y destacado fue también el recuerdo de la cuadrilla de cargadores del palio a su compañero Juan Carlos Pazos, que falleció hace tan solo unos días dejando huérfana su manigueta delantera.
 
Tras solventar serenamente ambas cuadrillas la dificultad de la puerta, poco antes de las siete de la tarde ya estaba la cofradía al completo camino de Catedral, donde permanecerán los pasos hasta el sábado.

Predicción meteorológica para el Martes Santo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario