El obispo dijo que la Virgen del Carmen, como hace 375 años, "nos sigue mostrando a Cristo"
EMILIO LÓPEZ CÁDIZ | ACTUALIZADO 17.07.2013 - 08:26
En las primeras horas de la madrugada estaba previsto que volviera a la iglesia que lleva su nombre la imagen de la Virgen del Carmen, que a las nueve de la noche salía de la Catedral por la puerta de Arquitecto Acero, una vez concluido el pontifical por el 375 aniversario fundacional de su hermandad.
A las siete de la tarde comenzaba la concelebración eucarística, presidida por el obispo diocesano, Rafael Zornoza, ocupando lugar destacado en el templo los concejales Juan Antonio Guerrero, Dolores Palomino y Carmen Sánchez, junto a los que se encontraba el presidente del Consejo Local de Hermandades, Martín José García, así como el subdelegado de Defensa, capitán de navío Vicente Pablo Ortells, y el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Antonio Tocón.
Desde la sacristía llegó también la junta de gobierno del Carmen, encabezada por el hermano mayor, José Trigo Pérez, que precedía a los celebrantes, mientras que la coral de la Universidad de Cádiz interpretaba desde el coro la misa que para la Virgen del Carmen compuso el maestro Germán Alvarez Beigbeder.
Tras las lecturas, que realizaron los anteriores hermanos mayores Manuel Cotorruelo y José Joaquín León, el párroco del Carmen fray Antonio Leal Vadillo, proclamó el Evangelio, al que siguió la homilía del prelado,
Monseñor Zornoza aludió a que hace 375 años unos hombres y mujeres crearon la cofradía para vivir su fe ante los retos de al vida y casi cuatro siglos después la Virgen del Carmen "nos sigue mostrando a Cristo, sabiendo que su muerte de cruz, voluntariamente aceptada, es el camino de la redención".
El prelado aludió al actual ambiente relativista, "que lleva al hombre a vivir privado de libertad, a ser un náufrago de la existencia, no solo por la crisis material y el paro, sino por perder la vinculación con Dios".
Luego destacó que "la Virgen nos ha precedido en todo, consciente de que la fe hace al hombre libre, porque es como la estrella del mar, el norte de la vida",
Poco antes de las ocho y media terminaba la celebración con el canto de la Salve Marinera, procediéndose seguidamente a organizar la salida del cortejo, partiendo de bajar el paso de palio del altar mayor. Diez minutos después la cruz de guía salía a la calle por la puerta de Arquitecto Acero.
El subdelegado de Defensa, Juan Carlos Jurado, vicepresidente del Consejo de Hermandades; Pilar Mijares, priora de la Orden Carmelita Seglar, y el hermano mayor del Carmen formaban la precedencia, a la que seguía el párroco del Carmen, el prior de los carmelitas, fray Carlos Quijano, y el predicador de la novena, el carmelita José Luis Zurita.
Cinco minutos antes de la nueve de la noche, el obispo presenciaba la salida del paso, dirigido por Manuel Ruiz Gené, escoltado por voluntarios reservistas de la Armada, mientras que la banda de música de la Oliva de Salteras interpretaba el himno nacional.
Numerosas personas llenaban la plaza de la Catedral para presenciar la procesión, al igual que ocurrió en todas las calles del itinerario y especialmente cuan do la Virgen volvió a las de su barrio del Mentidero.
A las siete de la tarde comenzaba la concelebración eucarística, presidida por el obispo diocesano, Rafael Zornoza, ocupando lugar destacado en el templo los concejales Juan Antonio Guerrero, Dolores Palomino y Carmen Sánchez, junto a los que se encontraba el presidente del Consejo Local de Hermandades, Martín José García, así como el subdelegado de Defensa, capitán de navío Vicente Pablo Ortells, y el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Antonio Tocón.
Desde la sacristía llegó también la junta de gobierno del Carmen, encabezada por el hermano mayor, José Trigo Pérez, que precedía a los celebrantes, mientras que la coral de la Universidad de Cádiz interpretaba desde el coro la misa que para la Virgen del Carmen compuso el maestro Germán Alvarez Beigbeder.
Tras las lecturas, que realizaron los anteriores hermanos mayores Manuel Cotorruelo y José Joaquín León, el párroco del Carmen fray Antonio Leal Vadillo, proclamó el Evangelio, al que siguió la homilía del prelado,
Monseñor Zornoza aludió a que hace 375 años unos hombres y mujeres crearon la cofradía para vivir su fe ante los retos de al vida y casi cuatro siglos después la Virgen del Carmen "nos sigue mostrando a Cristo, sabiendo que su muerte de cruz, voluntariamente aceptada, es el camino de la redención".
El prelado aludió al actual ambiente relativista, "que lleva al hombre a vivir privado de libertad, a ser un náufrago de la existencia, no solo por la crisis material y el paro, sino por perder la vinculación con Dios".
Luego destacó que "la Virgen nos ha precedido en todo, consciente de que la fe hace al hombre libre, porque es como la estrella del mar, el norte de la vida",
Poco antes de las ocho y media terminaba la celebración con el canto de la Salve Marinera, procediéndose seguidamente a organizar la salida del cortejo, partiendo de bajar el paso de palio del altar mayor. Diez minutos después la cruz de guía salía a la calle por la puerta de Arquitecto Acero.
El subdelegado de Defensa, Juan Carlos Jurado, vicepresidente del Consejo de Hermandades; Pilar Mijares, priora de la Orden Carmelita Seglar, y el hermano mayor del Carmen formaban la precedencia, a la que seguía el párroco del Carmen, el prior de los carmelitas, fray Carlos Quijano, y el predicador de la novena, el carmelita José Luis Zurita.
Cinco minutos antes de la nueve de la noche, el obispo presenciaba la salida del paso, dirigido por Manuel Ruiz Gené, escoltado por voluntarios reservistas de la Armada, mientras que la banda de música de la Oliva de Salteras interpretaba el himno nacional.
Numerosas personas llenaban la plaza de la Catedral para presenciar la procesión, al igual que ocurrió en todas las calles del itinerario y especialmente cuan do la Virgen volvió a las de su barrio del Mentidero.
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