lunes, 1 de julio de 2013

EL ARZOBISPO DE MOSCÚ CREE QUE TODO ESTÁ LISTO PARA UN ENCUENTRO DEL PAPA Y EL PATRIARCA.



El arzobispo católico de Monscú, monseñor Paolo Pezzi, cree que ha llegado el momento para un encuentro entre el Papa y el Patriarca Ortodoxo, que sería el primero desde el cisma de 1054. Los obstáculos que quedan podrían ser fácilmente despejados, y la reunión, teóricamente, podría celebrarse «mañana», ha dicho al diario moscovitaKommersant
Noticia digital (01-VII-2013)

Primer aniversario de la entronización
del Patriarca ortodoxo de la Iglesia rusa, Kirill,
celebrado el 1 de Febrero de 2010 en la catedral
de Cristo el Salvador de Moscú, Rusia
Monseñor Paolo Pezzi quiere que el Papa y el Patriarca se reúnan lo antes posible. La reunión -afirma- podría celebrarse «mañana» mismo. De las palabras del arzobispo al diario Kommersant, se deduce que hay el diálogo entre ambas partes está muy avanzado. Monseñor Pezzi explica que, si no hay todavía encuentro, es porque la parte ortodoxa quiere que «sea de provecho» y produzca acuerdos concretos. Los ortodoxos han insistido en que la preparación del encuentro sea «minuciosa». En la agenda, entre otras cosas, se incluiría la cuestión de los uniatas de Ucrania, católicos de rito griego fieles a Roma, así como la propiedad de varios templos en esta antigua república soviética. A juicio de Pezzi, ambos problemas, que datan de hace 20 años, son «resolubles».
El arzobispo italiano habla también de sus buenas relaciones personales con el Patriarca Cirilo, que a su vez, son las que existen en Rusia entre los fieles de la mayoría ortodoxa y la minoría católica, menos del 1% de la población, aunque con cierto peso en algunas regiones, como Kaliningrado (la antigua Königsberg).
«No debemos tener miedo del diálogo», dice el Papa
No hay ya grandes cuestiones de fondo teológicas pendientes que dificulten un salto cualitativo en las relaciones entre católicos y ortodoxos. Los últimos Papas han dado mucha importancia a las relaciones con la Ortodoxia, aunque algunas Iglesias han sido más receptivas que otras. De hecho, la Santa Sede ve como un freno al ecumenismo la propia división entre las distintas Iglesias ortodoxas.
Benedicto XVI fue un Papa muy respetado y admirado por los ortodoxos. También Francisco  ha dado en sus poco más de 100 días como Pontífice elocuentes muestras de cercanía a la Ortodoxia. La última fue el sábado, con su calurosa recepción a la tradicional delegación del Patriarcado de Constantinopla, que cada año participa en el Vaticano en la celebración fiesta de san Pedro y san Pablo.
«La búsqueda de la unidad entre los cristianos es una urgencia a la que hoy, más que nunca, no podemos sustraernos», dijo el Papa. «¡En nuestro mundo hambriento de verdad, de amor, de esperanza, de paz y de unidad, es importante para nuestro mismo testimonio poder anunciar, finalmente, con una sola voz la feliz noticia del Evangelio y celebrar juntos los Divinos Misterios de la nueva vida en Cristo! Nosotros sabemos bien que la unidad es primariamente un don de Dios por el cual debemos rezar incesantemente, pero a nosotros nos corresponde la tarea de preparar las condiciones, de cultivar el terreno del corazón, a fin de que sea recibida esta gracia extraordinaria».
El Pontífice mostró su confianza en que el ecumenismo dará frutos a su tiempo, y destacó que católicos y ortodoxos comparten la misma concepción de diálogo que no busca «un minimalismo teológico sobre el cual alcanzar un compromiso», sino que se basa más bien en la profundización de la única verdad que Cristo ha dado a su Iglesia y que comprenderemos mejor movidos por el Espíritu Santo. «Por esto, no debemos tener miedo del encuentro y del verdadero diálogo. Esto no nos aleja de la verdad; más bien, a través de un intercambio de dones, nos conduce, bajo la guía del Espíritu de la verdad, a toda la verdad».
R.B.

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