martes, 9 de julio de 2013

"HOLLANDE TIENE ALZHEIMER ESPIRITUAL".

Internacional | La Gaceta



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  • 'Hollande tiene Alzheimer espiritual'
    SAMUEL PRUVOT, PERIODISTA

    4 COMENTARIOS JOSE MARÍA BALLESTER
    Desmenuza en un libro la difícil relación del presidente francés con las religiones.
  • Financiación total de cualquier aborto por parte del Estadio y aprobación de la ley que autoriza el 'matrimonio' entre personas del mismo sexo: a diferencia de otras promesas electorales que no ha respetado tras un poco más de un año de mandato, François Hollande ha cumplido con creces unos compromisos que chocan frontalmente con la doctrina de las religiones monoteístas y de la católica en particular. Hollande, el político educado por los Hermanos de las Escuelas Cristianas e hijo de una madre impregnada de catolicismo social.
    Con el objetivo de comprender la el largo recorrido efectuado por el el vigésimo cuarto presidente de la República francesa desde la fe hacia la indiferencia religiosa primero, y una cierta hostilidad larvada hacia el ethos cristiano después, Samuel Pruvot, redactor jefe de Famille Chrétienne, ha hablado durante meses con asesores y gente próxima a Hollande.
    Con este último solo hubo dos encuentros furtivos: en el segundo, que tuvo lugar en en el último Salón del Libro de París, Hollande les espetó en un tono que mezclaba ironía y admiración: “A base de buscar, ha conseguido por encontrar algo”. El inquilino del Elíseo es secreto y prudente y muy poco se sabe de sus inquietudes metafísicas. “No quería responder a preguntas del tipo ¿por qué lo ha heredado casi todo de su madre salvo el catolicismo social?”. De ahí que, en el último momento, se negara a recibir a Pruvot mientras éste escribía François Hollande, Dieu et la République. 

    La idea del libro le vino a Pruvot en plena campaña presidencial de 2012. “La mayor parte de los candidatos hablaban sobre todo y a la postre no decían nada. Salvo en un punto: el tocante a la relación de cada uno de ellos con la religión, la laicidad y con la historia de Francia. A diferencia del resto, Hollande esquivó. Como si este aspecto no existiera para él”. El caso de Hollande es el típico del alejamiento paulatino de la fe en el siglo XX: práctica religiosa habitual hasta la adolescencia y posterior ruptura.
    -¿Conflicto interno o negación de la fe?
    -Ni lo uno ni lo otro: se sitúa en la superación de lo religioso, es como si se hubiera transformado en una goma que borra esa fase de su vida. No es que haya arrancado la hoja; sencillamente es algo que no ha existido. Uno de los entrevistados en el libro no se explica cómo es que no hubo enfrentamiento directo con la Iglesia católica antes incluso de llegar a la presidencia. 
    -¿Es Hollande un anticlerical puro y duro?
    -No lo creo pero las opiniones contrarias son perfectamente válidas más aún a la vista de las decisiones que ha tomado en este primer año de mandato. No olvidemos que gente próxima a él -incluyendo a algunos ministros- ha hecho gala de agresividad: su presidencia tiene, pues, tintes anticlericales. Pero analizando la vida de Hollande en perspectiva, creo que se trata de alguien que padece un Alzheimer espiritual más o menos voluntario pero no es un anticlerical militante.
    Sea como fuere, durante buena parte de su carrera política, Hollande ha caminado con codo condestacados socialcristianos, empezando por Jacques Delors. En la época en que sopesaba volver a la vida política gala, el antiguo presidente de la Comisión Europea confió a Hollande la coordinación de su estructura de entonces de los clubes de reflexión Témoins (Testigos). “No quiero pensar que durante años ha intentado alimentarse intelectualmente de Delors y que, detrás de esas apariencias, se ocultaba un anticlerical”.
    Parece ser que el próximo paso que quiere dar Hollande es el de la legalización de la eutanasia, cuando las últimas informaciones apuntaban a que, impresionado por las manifestaciones masivas contra el 'matrimonio' gay le habían disuadido de promover nuevas leyes bioéticas. “Es un una posibilidad”, apunta Pruvot, “pero sobre la eutanasia está empeñado, en contra de la opinión de sus asesores y de los más prestigiosos expertos. Una vez más, hay que buscar las explicaciones en lo personal: quedó muy afectado por la larga agonía que acabó con la vida de su madre".
    -¿Habrá, por lo menos, un gesto de apaciguamiento hacia los cristianos en un país cada vez más crispado?
    -La semana pasada, a raíz de las inundaciones en el suroeste de Francia, optó por ir a Lourdes y al santuario, podría haber ido a otro sitio. La escena en la que se le ve al lado del obispo local impresiona. Era un gesto hacia los habitantes de lugar pero de forma específica hacia el santuario. Es un gesto de apaciguamiento: Hollande es consciente de que ya ha golpeado bastante a los católicos en tan poco tiempo.
     

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