miércoles, 17 de julio de 2013

LA "PRETENDIDA" AMISTAD.

La pretendida "amistad" es una variable engañosa de la verdadera AMISTAD. En la primera todo se debe, todo se tiene en cuenta, todo pasa por el filtro de lo censurable y en cambio la amistad verdadera mantiene los principios del AMOR que refirió San Pablo en su Carta a los Corintios.

Esa y no otra es la gran diferencia entre una y otra. Lo malo es que en esta vida existen más de las primeras que de las segundas y eso hace que pensemos, en muchas ocasiones, que la verdadera amistad no existe, que es un espejismo u otra cosa peor.

Soy de los últimos románticos que creen en la verdadera amistad, que entrego mi ser a quienes puedo considerar mis amigos, y la mayoría de las veces soy correspondido con creces aunque otras mejor ni hablar. 

En los amigos del alma, los verdaderos amigos, no existe los exabruptos, los gritos, humillaciones, insultos enmascarados, la villanía decorada o acusar a los demás de medrar cuando eres tú el causante de los problemas por no enterarte de las injusticias o hacer que no te enteras que es peor.

En los verdaderos amigos existe la corrección fraterna y no la corrección impuesta y llena de bravura, por no decir algo más ofensivo y soez.

Los verdaderos amigos lo son y punto. Solo quieren tu felicidad en todo los momentos de tu vida. Te acompañan en lo bueno, pero sobre todo en lo malo y saben estar a la altura de lo que se espera de ellos, que es todo y nada a la vez. 

Amigos pueden serlos todos aunque no todos pueden ser AMIGOS.

No son amigos los que se venden por un cargo, por un poco de poder, por estar en el relumbrón, por ser alguien a costa de todo y por todo eso abandonan, con malos modos, a los buenos amigos en el arcén de la ingratitud.

El otro día escribía un post que llevaba el título "La soledad de la coherencia" y debo decir en voz alta que en esta vida tienes que ser coherente siempre pese a quien le pese y pase lo que pase. Lo demás sería una asquerosa traición a todo cuanto crees, a tu ser más íntimo y personal.

¿Qué cuantos amigos tengo? Pocos gracias a Dios. Conocidos muchos, enemigos espero que ninguno aunque si los tuviera decirles que rezo todos los días por ellos, por los que creen de mi otra cosa de lo que en verdad es.

Quiero darles a mis verdaderos AMIGOS las GRACIAS por el solo hecho de serlo porque gracias a su AMISTAD soy el hombre más rico que existen en la faz de la Tierra.

Recibid un fuerte abrazo y que Dios os bendiga.

Jesús Rodríguez Arias

3 comentarios:

  1. Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene

    Felicidades por tu acertadísimo post

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  2. No te quepa la menor duda que puedes contar con mi amistad, aunque no nos veamos con frecuencia, aunque no sepamos donde ni como estamos en cada momento, siempre hay un buen recuerdo, el mismo, y un buen deseo.
    Claro que ser consecuente cuesta, cierto que a unos más y a otros menos, los que han superado desplantes, abandonos, impertinencias, por la fidelidad, la coherencia...la paz interior, que vale más que los amigos oportunos, o los falsos o ni siquiera eso,quizá tienen un concepto de persona y de la vida algo diferente. Hay pocos servidores de la Verdad con mayúscula, exige una búsqueda constante, la autocrítica permanente...es muy SACRIFICADO también, y eso hoy está incluso mal visto...vale todo...así que cómo van a apreciar la autenticidad...es más tendrán problemas para entender qué es la autenticidad verdadera.
    Un abrazo, Jesús. Que paséis un buen verano Etepheres y tú y disfrutéis en paz

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  3. A veces la amistad no es tal, sino complicidad. Personalmente siempre he sido receloso de quien condiciona la amistad a ser cómplice, ya que conlleva un compromiso que te ata ciegamente y además te chantajea constantemente. La coherencia y la honestidad son antitéticos con la amistad cómplice.

    Por eso tampoco abundo en amistades de verdad, así que te comprendo completamente. Un abrazo amigo :D

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