El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, va a firmar un decreto por el que se establecerán tres días de luto oficial en toda España por el accidente ferroviario que ocurrió ayer en Santiago de Compostela y que ha provocado ya la muerte de 80 personas. Así lo comunicó él mismo en una intervención pública que realizó en la propia ciudad de Santiago, donde constató que este jueves, festividad del santo patrono, es "un día muy difícil" y "el día del apóstol más triste de mi vida", por un accidente que teme que "va a permanecer durante mucho tiempo en nuestras memorias".
Rajoy trasladó su pesar a las familias de las víctimas mortales, "que son demasiadas", garantizándoles que "no van a estar solas" y que "la solidaridad de todos los españoles les va a acompañar siempre". El jefe del Ejecutivo se marcó como reto capital la identificación de los fallecidos, porque "las familias no pueden vivir en una situación de incertidumbre".
También expresó sus mejores deseos para la recuperación de los heridos y dio las gracias a todos los funcionarios y empleados públicos que han ayudado voluntariamente durante esta noche, así como a los ciudadanos que se presentaron a donar sangre creando colas de más de 500 personas.
Todo ello le ha parecido "muy reconfortante" porque "muestra la generosidad de los españoles en un momento tan dificil". El presidente, que calificó de "ejemplar" la coordinación entre la Administración central y la Xunta de Galicia, explicó que hay abiertas dos investigaciones, la judicial y la de la Comisión de Investigaciones de Accidentes Ferroviarios, del Ministerio de Fomento. A este departamento, añadió, le ha dado instruccione para que "a la mayor celeridad posible se recupere la normalidad en el tráfico ferroviario".
Previamente, el presidente del Gobierno había visitado junto con la ministra Ana Pastor y el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el lugar de Santiago donde anoche descarriló un tren. Rajoy se ha trasladado esta mañana a Santiago para conocer in situ las circunstancias de la tragedia.
Tras visitar el lugar donde todavía permanecen los vagones del convoy siniestrado, el presidente se desplazó al hospital de Santiago donde se encuentran ingresados los heridos y se reunirá con los familiares de las víctimas.
A mediodía, todos los consejeros de la Xunta, junto con el presidente y la ministra de Fomento, Ana Pastor, guardaron un minuto de silencio por las víctimas del siniestro. En este acto en el edificio de San Caetano han estado presentes, aparte del gobierno autonómico en pleno, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo; el alcalde de Santiago, Angel Currás.
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