martes, 27 de agosto de 2013

¿CÓMO LOGRAR QUE UN NEGOCIO DÉ ALGO MÁS QUE DINERO?

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Abrir un negocio es más que sólo ganar dinero. Las personas dedicadas a la actividad productiva obtienen más beneficios cuando integran los valores tradicionales del catolicismo a su negocio.

Si se reflexiona acerca de cómo obtener beneficios, las actuales propuestas de administración de negocios presentan similitudes con los valores católicos tradicionales, de acuerdo con el ingeniero Alberto Quiroga, conferencista y consultor de negocios en la industria del automóvil.

Además de publicar semanalmente algunas reflexiones en el periódico Desde la fe,  Quiroga se desempeña como capacitador de propietarios y profesionales en el sector automotriz.

A continuación comparte algunas líneas de acción con los lectores que buscan optimizar el desempeño de sus negocios:

• Poner cada proyecto en manos de Dios: es el primer paso al iniciar un proyecto pensado para beneficio de los demás, aconsejó.

• Ser católicos de tiempo completo: porque las personas llegan a sentirse vacías por buscar respuestas en lugares equivocados. Muchas veces, “se dedican a engrandecer el negocio mientras empequeñecen como personas; no está mal obtener algo de dinero, el problema es descuidar el aspecto espiritual”, indicó.

• Hacer las cosas bien: propone hacer las cosas de manera que uno se sienta mejor consigo mismo porque, “no hay mejor almohada que una conciencia tranquila”; además de considerar que “en este mundo ya hay demasiados promotores del mal a través de la manipulación, el engaño y el fraude”.

• Capacitarse: como asesor de negocios detecta que el profesional se enfoca con frecuencia al aspecto técnico, y descuida su formación humana y empresarial. Recomendó estudiar otros cursos que le permitan crecer como persona.

• Buscar que el cliente se beneficie: orientándole para que responda mejor a las exigencias del mercado y se desarrolle en otros sentidos igualmente importantes. Esto se contrapone a una práctica habitual en el entorno automotriz, como es la contratación de edecanes para impulsar las ventas. Aconsejó desterrar la idea de que ‘mientras el cliente compre, qué importa lo demás’.

• La trascendencia, que es fiel reflejo de lo que se hace en la vida: aquí es importante reconocer al cliente como la persona con quien se pretende establecer una relación comercial de largo plazo.
Puso como ejemplo que un cliente potencial imagina equivocadamente que un aparato de diagnóstico (escáner) resolverá por sí mismo los fallos mecánicos del vehículo, y el vendedor pretende sacar provecho de la situación. ‘Es preferible conducirse con veracidad’, sostuvo.

• Ganar dinero es consecuencia de hacer bien el trabajo (no la finalidad): El conferencista señala que con esto se fomenta una cultura de respeto, de reciprocidad entre proveedores y clientes, que se traducirán en un negocio que marche bien a largo plazo.

• La finalidad de trabajar es servir, refirió Quiroga: porque al hacer esto se crean relaciones estratégicas basadas en el crecimiento mutuo, lo que genera a su vez ‘cadenas de buena voluntad’.

Biblia y teorías de gestión

Estas líneas generales expuestas, pueden aplicarse en distintos ámbitos por ser de validez universal. Según las reflexiones del especialista, hay un cierto parangón entre las enseñanzas bíblicas y las modernas teorías administrativas y de gestión de cambio, sobre las que hizo algunas comparaciones, que se muestran a continuación:

“Cuando el peón empuñaba el arado y miraba hacia atrás, entonces no estaba listo para el reino de los cielos. En esto Jesús se refería a la constancia, también aplicable a los negocios. Cristo exponía la necesidad de establecer prioridades, cuando cuestionaba a los que escuchaban sus enseñanzas sobre ¿qué es primero, si el reino de Dios o el dinero?”

Los pueblos antiguos procuraban en tiempos de paz unirse con otros, para formar “alianzas estratégicas”, tan en boga en el mundo empresarial de hoy. En las parábolas, Jesucristo reflexionaba acerca de elegir lo bueno y separarlo de lo malo.

En historias bíblicas se aluden temas que se asemejan a la ‘planeación estratégica’, cuando se hacen exhortaciones para evaluar las oportunidades, valorar las fortalezas y tomar en cuenta las amenazas potenciales, así como combatir las debilidades mediante el ayuno y la oración.

“Si hablamos de ‘mejora continua’, qué mejor ejemplo que los de los seres humanos que eligieron el camino de la santidad", expuso. El ingeniero Quiroga concluyó con una reflexión: “algunas de las técnicas de la administración anunciadas como novedosas, en realidad son antiguas y de sentido común; son mensajes que Dios nos ha dado por boca de Jesucristo”.

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