miércoles, 27 de noviembre de 2013

OBISPOS DE FILIPINAS TRAS LOS DESASTRES NATURALES: ORANDO NOS LEVANTAREMOS CON VALENTÍA Y RENOVADA ESPERANZA.

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Cebú (Miércoles, 27-11-2013, Gaudium Press) Mons. José Palma, como Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, emitió una declaración con motivo de la clausura del Año de la Fe y las exigentes pruebas atravesadas en el país a causa de los desastres naturales recientes. Tras el terremoto de octubre y el super tifón de noviembre, el país enfrenta multitudinarias pérdidas humanas y materiales ante las cuales la Iglesia ofrece su voz de esperanza: "Una vez más atesoramos el regalo precioso de la fe. Ésta no desfallecerá; vamos a superar nuestras adversidades con caridad", afirmaron los prelados.
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Mons. José Palma, Arzobispo de Cebú, durante la solemnidad de Cristo Rey y la apertura del Congreso Eucarístico local en Cebú, Filipinas, el pasado 24 de noviembre. Foto: CBCP News.
"Orando nos levantaremos con valentía y renovada esperanza por el futuro", agregaron los Obispos, quienes reconocieron que el dolor de los miles de afectados por los desastres no puede ser descrito con palabras. En medio de los sufrimientos, los prelados destacaron el espíritu de caridad cristiana que se demostró de forma inmediata en numerosas manifestaciones espontáneas de apoyo en favor de los damnificados.
Ejemplos en medio de las dificultades
"Personas de áreas más seguras viajando a los lugares devastados para traer alimento, agua medicinas y otros bienes para ayudar a los sobrevivientes", describió la declaración. "Hogares y comunidades abriendo sus puertas para acoger evacuados y ayudar a quienes han hallado refugio". Estos ejemplos ilustran un "espíritu de Navidad" que, si bien no tendrá tanta celebración como años anteriores, sí se adelantó en expresiones de caridad y solidaridad a través de todo el país.
Los Obispos también resaltaron la fortaleza de las víctimas de la tragedia y los "sacrificios, generosidad y espíritu de ayuda" de los voluntarios que acudieron a las zonas de desastre. De igual manera agradecieron a los medios de comunicación internacionales su esfuerzo por dar noticia de las necesidades de la población afectada.
Dios lo hace todo nuevo
"Estas calamidades han probado con severidad nuestra fe", reconocieron los prelados. Pero afirmaron que Filipinas emergerá de estos acontecimientos con lecciones aprendidas en el plano material y una mayor entrega a Dios en el final del Año de la Fe, "el Dios del amor y la misericordia, el Dios que señala a un mañana mucho mejor que hoy".
La declaración culminó con una descripción trascendente de la labor que queda por delante para el pueblo filipino. "Por nuestra parte, conociendo el sueño y el amor en los corazones de las personas, necesitamos levantar los pedazos de nuestras vidas, ayudar a otros a levantarse y emprender el camino de reconstruir nuestras comunidades", exhortaron los Obispos. "Confesamos a Dios, que hace todas las cosas nuevas (Apocalipsis 21, 5)".
Con información de Agencia Zenit.




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