sábado, 19 de abril de 2014

CATALUÑA HACIA EL ABISMO; POR JAIME ROCHA.

Los líderes independentistas catalanes más radicales quieren muchas cosas, pero de todas ellas hay una que es prioritaria: separase de España, de una España que les roba, según ellos.

   El nacimiento de un estado independiente en Europa llevaría consigo su salida simultánea de la Unión Europea, una caída de su Producto Interior Bruto (PIB) de al menos un 9,5 %, (el del conjunto de España caería un 3,1%),un descenso significativo de sus exportaciones y una deuda externa sobre la que, según opina en su blog “El Economista Observador” el profesor del ICADE, José Carlos Díez: ”Conceptualmente, la deuda pública de una Catalunya independiente sería superior a la que ahora tiene el conjunto del Estado español. Tendría que asumir su parte correspondiente a la deuda del conjunto del Estado y la suya propia que es en términos de PIB un 50% superior a la media y el doble que la de Aragón. Por eso es increíble que se diga que fuera de España Catalunya tendría una prima de riesgo menor que dentro de España. Las ideas son libres pero los hechos son únicos. Los hechos es que Catalunya lleva fuera de los mercados casi tres años y ya no puede ni emitir bonos patrióticos.

        Pero el principal problema sería la deuda privada y especialmente bancaria. Catalunya es una región del Euro y su principal problema, al igual que la del resto de las regiones españolas, es el sobrenedeudamiento. La burbuja llevó a los bancos y cajas catalanas a conceder muchos más créditos que depósitos y financiar estos con los mercados mayoristas. La mayoría de las cajas catalanas han quebrado pero incluso La Caixa y Sabadell quebrarían en un proceso de independencia. Igual que se calculan las balanzas fiscales, nadie ha calculado la deuda externa neta de Catalunya. Supongamos el caso de La Caixa. La entidad tendría que mantener su banco en España y abrir una nueva filial en Catalunya”

                  La solución no es pues declararse independientes, lo que sería económicamente inviable, sino buscar soluciones como, se me ocurre, unirse a Francia como Estado Libre Asociado, tratando de conservar, al menos, su territorio actual como una región (iba a escribir autónoma, por la costumbre) francesa, y que no le afecte la  reducción en un cincuenta por ciento de las regiones que propone, para una mejor y más barata administración periférica, el flamante Primer Ministro francés, el “catalán” Manuel Valls.

                Claro que al integrarse en el Estado Francés, la problemática de las rotulaciones en carreteras y lugares públicos desaparece, allí, más arriba de los Pirineos, todo se rotula en francés, así en letras grandes y bien visibles. Muchos dirán que los franceses desprecian y humillan a las lenguas regionales, pero nada más lejos de la realidad, debajo del correspondiente letrero en francés, figura la misma expresión en la lengua propia del lugar, solo que a un tamaño significativamente reducido. Lo hacen para evitar equivocaciones, según dicen.

               El Barcelona, que es más que un Club de Futbol, dejará de participar en la Liga española y por tanto de enfrentarse al Real Madrid, el Atlético y otros clubes que llenan el Camp Nou, pero a cambio tendrá como visitantes al Mónaco, que está muy cerca y desplazará a todo el personal del Principado, 30.586 habitantes incluida la familia del Príncipe, y el Paris S.G., que está muy lejos, pero hay aviones, con lo que se asegura llenar, no solo el actual estadio, sino el nuevo y enorme que recientemente han decidido construir. ¿Qué no existe rivalidad entre el Barça y el PSG? Bueno eso es cuestión de años, entre 50 y 100 para que empiecen a llamarle “el cásico”.

                Perdónenme el tono, pero este asunto de la independencia de Cataluña, en sus aspectos económicos, tratado con datos objetivos y seriamente, como hace más extensamente el profesor Diez del ICADE en su blog, se revela lo suficientemente grave y serio como para pensar que cualquier político responsable jamás arrastraría a su pueblo hacia el abismo.

              Aunque no lo planteo seriamente, por supuesto, Francia, por muchos motivos, entre los que no son nada desdeñables su País Vasco, Bretaña y Cerdeña, nunca será refugio para una Cataluña independiente como País Libre Asociado.

               Inconcebible, pero la terquedad y obcecación de algunos políticos catalanes independentistas solo conducen a un abismo desconocido que puede ser mucho peor de los supuestos o reales males que pretenden abandonar.

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