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«PARA VER A PEDRO, COMO LOS ANTIGUOS PEREGRINOS»
«¡Vamos a Roma!» es el lema con el cual la Archidiócesis de Madrid realizará una peregrinación a la Ciudad Eterna para clausurar la Misión Madrid, puesta en marcha hace dos años.Con motivo de este evento, que ocurrirá del 23 al 26 de junio próximos, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, ha dado a conocer una carta pastoral explicando la peregrinación.
(Gaudium Press/InfoCatólica) El cardenal anuncia a la comunidad católica de Madrid que muy pronto se dispondrán a peregrinar a Roma, «para ver a Pedro, como los antiguos peregrinos, y rezar con Pedro -nuestro amado Papa Francisco- pidiéndole al Señor que bendiga la siembra evangelizadora realizada durante esta Misión Madrid». Una misión que ha comenzado en Roma con la bendición de Benedicto XVI, y quiere culminar en el mismo lugar, esta vez con la bendición de Francisco.
El purpurado también ha señalado en su mensaje que la Misión Madrid se caracterizó no por realizar acciones extraordinarias, sino porque se ha querido «tomar conciencia una vez más y ayudar a los demás a descubrir que el anuncio de Cristo, el afán misionero, debe ser algo ordinario, una actitud constante en nuestras vidas».
Cristológica, eucarística, mariana y volcada hacia los más pobres
En este sentido, el Cardenal explicó que la Misión se ha desarrollado desde diversos rasgos: «ha sido profundamente cristológica, eucarística, mariana y volcada hacia los más pobres y necesitados (...) Cristológica, porque la Misión tenía un objetivo central: dar a conocer a Jesús a todas las personas con las que convivimos, creyentes y no creyentes. Eucarística, porque hemos intentado redescubrir o descubrir a Cristo, que se ha quedado por amor a nosotros en el sacramento de la Eucaristía; Mariana, porque todos los que han participado en la Misión han manifestado en repetidas ocasiones, con sus hechos y sus palabras, su confianza en la especial intercesión de María (...) solidaria, volcada hacia los más pobres y necesitados, porque se ha hecho un esfuerzo especial por incrementar las obras de misericordia».
El Arzobispo también dice que la Misión Madrid «ha sido una aventura de fe, en la que el protagonista tiene nombre propio: el Espíritu Santo». «A Él -prosiguió- le pedimos que renueve los corazones de tantas personas que desean conocerle, muchas veces sin saberlo».
Finalmente, el cardenal Rouco anima a los Consejos de Pastoral y a todos los que participaron de la Misión para que peregrinen a Roma, «para rezar en el sepulcro del apóstol Pedro junto con el Papa Francisco, unirnos a sus intenciones, renovar nuestro compromiso cristiano y disponernos a afrontar los nuevos retos que la historia y el Santo Padre nos proponen».
Varios han sido los momentos que ha tenido la Misión Madrid, entre ellos la peregrinación al Santuario de Fátima, que marcó su inicio; las peregrinaciones de las Vicarías a la Catedral de la Almudena; la celebración del Sacramento de la Confirmación a más de mil jóvenes, y la Misión en los Colegios, entre otros.
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