viernes, 29 de agosto de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "...pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los griegos". (1ª Lectura del día). La buena noticia, el primer anuncio, el Kerigma, es "Cristo resucitado". Es el fundamento de nuestra fe, sin este acontecimiento todo sería inútil. Pero para llegar a esto, tenemos que pasar por "Cristo crucificado" y es ahí donde nos duele. Para los judíos y para los griegos ya sabemos que es, y para nosotros ¿qué es? Es verdad que aceptamos con agrado ¡y con gozo! a "Cristo resucitado", pero ¿aceptamos igual a "Cristo crucificado? ¿En dónde "hacemos agua"? No se trata de aceptar "sin remedio" a Cristo en la cruz, sino darle el sentido salvífico, el sentido de entrega generosa, el sentido de redención. Y esto, también, hacerlo nuestro. Señor, acoge mi debilidad, mis miedos, mi cobardía para descartar "mi escándalo o necedad" hacia la cruz. Santa María de Caná, ruega por nosotros.

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