domingo, 31 de agosto de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir" (1ª Lectura del día). Cuando uno conoce en profundidad el amor de Dios; cuando uno se siente aceptado, a pesar de sus errores, por el Señor; cuando uno se siempre perdonado de su pecado –el mío–, por el Padre, puede proclamar esta Palabra y gozarse con ella. El deseo de Dios de rescatar a todos los hombres queda de manifiesto en este texto con una consideración muy importante: desde la libertad. Dios no coarta, Dios no atrapa, ¡Dios seduce!. Cuando uno ama a una persona lo intenta "conquistar" y lo intenta "atraer" para demostrarle su amor. Y este amor trasciende todo cuando das tu vida por el otro. Dios, en Jesus, se ha entregado en toda su plenitud, ¡que menos que dejarse amar y cuidar! En la 2ª Lectura hay una clave para dejarse seducir, con este amor, por Dios, "para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto". Con estas premisas, ¡quién no "cede"! Le doy gracias a Dios porque ha puesto su mirada en mi y me demuestra su deseo de salvarme y recuperarme. Santa María de Caná, ruega por nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario