sábado, 16 de agosto de 2014

* A MONS. D. RAFAEL ZORNOZA BOY: ¡CON MI INCONDICIONAL APOYO!

Esta foto habla por sí sola de como es Mons. D. Rafael Zornoza

Es sin lugar a dudas la condición humana más pobre de lo que podemos creer y también pensar pues estamos como al "salto de la mata" para disfrutar del sufrimiento, del mal que se le puede causar a los demás sin pensar que todos tenemos un "corazoncito" el cual sangra demasiadas veces por las dudas que se crean, por los comentarios interesadamente sacados de contexto, por las críticas que nunca olvidemos que siempre son injustas, por levantar el dedo acusador contra personas que no pueden ni se van a defender. En cuatro palabras: ¡Actuando de mala fe!

He leído en la mañana de ayer una noticia que acapara las primeras, y principales páginas, del Diario de Cádiz sobre la destitución del anterior director de Cáritas de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, D. Juan Luis Torrejón Vargas y en el cual se hace referencia explícita de lo que este señor ha dicho para excusar su cese y que son ataques directos a las personas de Monseñor D. Rafael Zornoza, del Padre D. Antonio Diufaín, Ecónomo, y del Delegado Episcopal de Cáritas de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, el Rvdo. Sr. D. Alfonso Gutiérrez Estudillo.

Y digo yo, ¿Para defender una determinada gestión hay que poner en un brete a otras personas creando la duda? Me parece a mí que esta actuación difiere en mucho de lo que es un comportamiento cristiano. A la Iglesia se le sirve siempre en el tiempo y modo en que ella quiere ser servida y no según lo que nosotros pensemos o creamos que debe ser mejor pues aunque todos somos imprescindibles ninguno, seamos realistas, somos necesarios.

Cargar contra la honesta actuación del Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta y parte de su equipo directivo con estas maneras y modos está muy alejado de lo que nos dice Cristo a diario. 

Nosotros, todos, venimos a servir y nunca a ser servidos en cualquier ámbito de actuación e institución, y más si es de la Iglesia Católica, y tenemos que ser conscientes de que los cargos son temporales y que finalizan cuando se pierde la confianza, como es el caso, o se acaba una etapa. 

Aunque he hecho unos comentarios, con mi nombre y apellidos, no entiendo de pseudónimos porque lo estimo un acto de cobardía, en Diario de Cádiz, he querido escribir este post desde la libertad absoluta que me da el ser el director y autor de este blog para poner negro sobre el blanco virtual en el cual escribo mis sentimientos que no puedo ni quiero acallarlos porque, como no ostento ningún cargo que me pueda mediatizar, tengo absoluta libertad para hacerlo.

Con este extenso artículo en el principal periódico de la provincia de Cádiz, con las manifestaciones que se han realizado, con los comentarios que se están haciendo, se está haciendo un flaco favor a la Santa Madre Iglesia que es precisamente la que decimos defender y que cuestionando a sus pastores y su gestión en la misma tanto daño le hacemos.

Si quieren conocer la extraordinaria labor en el campo de la Nueva Evangelización que ha desarrollado Monseñor Zornoza en la Diócesis de Cádiz y Ceuta os recomiendo que leáis mi artículo en www.sanfernandocofrade.net porque es verdaderamente encomiable su labor.

Todo responsable nombra a su equipo de confianza. Eso pasa en el ámbito privado, público y también en la Iglesia. Criticar al Obispo de Cádiz y Ceuta porque paulatinamente ha ido cambiando la jerarquía de la diócesis nombrando a sacerdotes y laicos de su confianza y que responden al proyecto que tiene para la misma es de lelos o de malintencionados que quieren y necesitan crear un permanente y manifiesto mal ambiente y una actitud muy lejana de nuestra fe o lo que es lo mismo: ¡Anticristiana!

La Diócesis, gracias a Dios, ha dado una auténtica vuelta de calcetín. ¡Era necesario en todos los sentidos! Éramos muchos los laicos y también sacerdotes los que pedíamos un cambio necesario que, con la ayuda del Espíritu Santo y de muchos, se está logrando porque los tiempos cambian y lo que era bueno en un momento y época de la historia no lo tiene que ser para la actual.

Es la Diócesis de Cádiz y Ceuta un auténtico referente dentro de la Iglesia Católica Española y también en la Universal, de eso puedo dar fe y datos, bajo la dirección de Monseñor D. Rafael Zornoza Boy.

Es verdad, me podrán acusar que lo que he dicho y cuanto he dicho en este artículo es obra de mi sincera admiración hacia nuestro Pastor de la Iglesia Diocesana, de mi sincera amistad, de mi inmenso cariño, y de ver y contrastar la realidad de la Iglesia en todas las partes del mundo. Tengo capacidad y conocimientos para decir lo que digo gracias a que estoy completamente informado de cuanto sucede en la Santa Madre Iglesia y los que profesamos nuestra fe en todos los rincones de este recóndito, extenso y globalizado mundo. Y tengo plena libertad porque no ostento cargo alguno, no debo ningún favor, es decir, soy libre para expresarme de la forma y el modo en que lo he hecho. ¡Y nunca olvidemos que la información te da libertad para poder hablar con serios argumentos!

Sólo decir que Monseñor Munilla cuando fue nombrado Obispo de San Sebastián fue muy cuestionado por los sacerdotes de su Diócesis, le intentaron hacer la vida imposible, y con su gestión, su liderazgo, sus brazos abiertos, su testimonio ejemplar de vida y ministerio sacerdotal y episcopal es a día de hoy referente en la Iglesia Católica Española y Universal.

Pues eso mismo le pasa a Monseñor D. Rafael Zornoza porque gracias a su gestión, su liderazgo, sus permanentes brazos abiertos, su testimonio ejemplar de vida, de ministerio sacerdotal y episcopal es el Obispo que la Diócesis de Cádiz y Ceuta se merece y necesita.

El mundo necesita pastores con olor a oveja, como dice nuestro querido y admirado Papa Francisco, es decir sacerdotes que ejerzan su ministerio cerca de sus feligreses, de los que están cercanos y los alejados porque en los tiempos que corren los despachos y los horarios, felizmente, han quedado atrás como vestigio de un pasado que puede ser muy reciente.

Hoy más que nunca os quiero recordar a San Pablo en su carta a los Corintios:



Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional.
Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden.


Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada.

Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.

Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.

El amor no pasa nunca. ¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará.

Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño.

Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor. 

Todo lo que se ha dicho, escrito, expresado y cuestionado al Obispo de Cádiz y Ceuta, a su equipo directivo es un modo de atacar a la Santa Madre Iglesia y también una carencia de Amor hacia nuestro prójimo. A lo mejor es hora de cuestionarnos ante el Señor nuestra coherencia en vivir la Fe en Cristo Jesús. Yo lo hago ante la inmensa soledad del Sagrario porque no hay nada mejor que desnudarse ante el Cristo y escuchar lo que nos tiene que decir por muy incomodo que nos pueda ser.

Mi querido D. Rafael: ¡Gracias por lo que hace a diario, por su trabajo y su ministerio, por ser como es! Sabe que lo quiero y admiro desde la inmensa libertad que es el ser hermanos en un mismo Señor y en una misma Fe.

Que la Madre de Dios, que ayer Ascendió a los Cielos, le bendiga, le guíe y ayude para continuar con su trabajo, su apostolado en este rincón del mundo que es la diócesis de Cádiz y Ceuta.

Reciba un fraternal abrazo con mis oraciones y le pido que nos encomiende a Hetepheres y a mí para que sigamos sirviendo a Dios y a la Santa Madre Iglesia como ellos quieren ser servidos.

Jesús Rodríguez Arias

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