viernes, 26 de septiembre de 2014

* A MONS. D. JUAN ANTONIO REIG PLA: ¡CON MI TOTAL APOYO Y LEALTAD!


Ya tenemos a los "progresistas" de esta bendita Nación gravemente "insultados" por las declaraciones de Monseñor D. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares.

Siempre que habla algún representante de la Iglesia Católica se arma la gorda profiriendo comentarios insultantes, despectivos, acusadores como si los únicos que pueden opinar son ellos. Cada vez que alza la voz un Obispo de la categoría de Monseñor Reig Pla todos los ateos se sienten ofendidos. Y digo yo, ¿Por qué?

No hay nada más reaccionario que un ateo que se cree en posesión de la verdad porque es en definitiva en lo que creen: ¡Su verdad!

Tengo buenos amigos que son ateos, agnósticos, que son respetuosos con todo el mundo y para ellos mi respeto y máxima consideración.

En las últimas horas le han caído toda clase de descalificaciones a mi admirado Obispo de Alcalá de Henares, una de las voces más autorizadas, acreditadas y defensor a ultranza de la Vida, por parte de todo el plantel político que abarca el centro izquierda, la socialdemocracia, el comunismo trasnochado, la izquierda casposa y demás engendros interesados que rodean a los mismos. Está visto que en esta España adormilada no se puede hablar alto y claro, defender los valores inalienables del ser humano así como la dignidad de la persona ya sea nacida o en el vientre de la madre porque todo el plantel de apoltronados en sus reductos de poder claman entonaciones vociferas de la más diversa índole señalando con su dedo acusador a quienes no piensen como ellos.

Si los ateos, los agnósticos, los socialistas, los comunistas, los peperos, los radicales, los masones o cualquier representante de cualquier lobby que se preste tiene derecho a opinar de cualquier asunto que afecte al Estado y a la vida ordinaria de los ciudadanos también lo tiene la Iglesia y más concretamente la católica a los que muchos quieren erradicar a base de obviarla, maltratarla, perseguirla y arrastrarla fuera de la vida pública para así abandonar a los que profesamos y defendemos nuestra fe al interior de la sacristía y si esta está metida en el túnel más bajo, oscuro y hondo del mundo mejor que mejor.

Cuando Monseñor D. Juan Antonio Reig Pla opina dice verdades como puño que nos alertan de lo que está pasando a nuestro alrededor, en nuestro particular mundo que se mueve a motor de ciertas influencias y que la mayoría están encaminadas al Mal. 

Y dice verdades como puños cuando molesta a quienes molesta, cuando los hurones salen de su madriguera para vociferar por escrito, a viva voz, en público y en privado ofreciendo la descalificación más rastrera, en enjuiciamiento más vil, las opiniones más insultantes y las acusaciones más pueriles es que lo dicho es verdad.

La Iglesia Católica, el Santo Padre, los Pastores así como los Presbíteros, Diáconos y laicos comprometidos siempre seremos muy molestos para esta casta de castas porque defendemos el Bien por encima del Mal, el Amor por encima del Odio, el Servir por encima del caciquismo, la Vida por encima de la Muerte. A Dios hay que aniquilarlo pronto, llevan toda la vida intentándolo, porque su Mensaje, Su Palabra y Su Reino deja en evidencia a los poderes de este mundo que su palabra, su mensaje y su reino es el poder por el poder que es una forma de servidumbre al Maligno.

Todos los que atacan a la Iglesia con sus actitudes, comportamientos, palabras y hechos utilizan al Papa Francisco interesadamente diciendo que ha hecho y ha dicho lo que ni ha hecho ni ha dicho. Es una manipulación torticera de los que respetan nada y tienen muy pocos escrúpulos que por conseguir sus fines son capaces de todo, hasta de intoxicar a los demás poniendo ejemplos y haciendo comparaciones interesadas desde la mala fe, perdón por lo de fe, rectifico, desde las malas entrañas.

Me niego a creer que tenemos los que nos merecemos. ¡No, no puedo pensar que sea así! 

¡Tenemos lo que no nos merecemos! Una panda de impresentables que anteponen sus intereses, el poder, su supervivencia, a costa de los demás, de sus vidas, de la Vida.

Monseñor D. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, ha hablado como solo un apóstol puede hacerlo: ¡Alto y claro! Y lo ha hecho desde la verdad y con la verdad aunque eso molesten a tantos que deben tanto a tantos...

Hoy un dirigente de una institución me decía literalmente que la misma "no entraría en discusiones partidistas que no promueven la verdadera comunión" en el caso concreto de la defensa de un Obispo de la Iglesia Católica en España. Este mensaje que guardo como "oro en paño" es una muestra del "buenismo impostado" que se ha instalado donde se prefiere lo políticamente correcto a defender con coherencia, con vehemencia los principios de nuestras creencias, de nuestra Fe. 

Los poderes del mundo que dirigen todo quieren que la tibieza se expanda porque eso hace a los hombres más vulnerables y manipulables a sus torcidos intereses.

En esta semana se ha confirmado lo que muchos ya nos atrevíamos a intuir como es la retirada de la reforma de la ley del aborto por parte del presidente del gobierno Mariano Rajoy, el nuevo Herodes, consumándose la más vil y repugnante de las traiciones porque esta nueva traición no nos cuesta el dinero ni nada material, esta TRAICIÓN NOS CUESTA VIDAS.

Y cuando un representante de la Iglesia Católica como Monseñor Reig Pla habla alto y claro se hace de todo para intentarlo hundir, acusarlo de todo lo acusable, defenestrarlo y perseguirlo porque en virtud de la defensa de la Fe y de la Vida, como el derecho más sagrado que existe, se ha atrevido a decir en voz alta lo que la mayoría pensamos.

Desde mi blog "Sed Valientes" quiero mostrar mi incondicional apoyo y mi lealtad a Monseñor D. Juan Antonio Reig Pla.

Sirva este artículo para mostrar mi sincera admiración por un Pastor que huele y defiende a las ovejas aunque esté rodeada de lobos.

Recibid, mis queridos hermanos, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Jesús Rodríguez Arias

1 comentario:

  1. Cuando estuvo aquí en mi ciudad como Vicario Episcopal hizo mucho bien, luego como obispo.

    Espiritualmente me ayudó mucho, porque yo a él le contaba las cosas, y me aconsejaba siguiendo el Espíritu de Cristo.

    Cuando al aire libre, daba catequesis, en un barrio que ya no hay casas, que haré algunas fotos. En aquel tiempo si las había, daba yo catequesis a niños gitanos y otros que no lo eran, de familias pobres. Algunos adultos blasfemaban para provocarme, me amenazaban por arrojarme por un precipicio, pues no aceptaban a Dios.

    A algunos niños yo les llevaba a Misa, siempre era bueno que se lo contasen a sus padres. Otros muchachos que no querían saber nada de catequesis, levantaron contra mí, calumnias, pero yo enseguida contaba a este piadoso y buen pastor de la Iglesia Católica, y al pie de la letra, yo ponía en práctica sus consejos.

    Le sigo debiendo mucho, por el bien, pues también trabajó por mi vocación religiosa. Cuando aún no era obispo, me llevaba a Valencia para hablar con otro obispo que en gloria esté, D. Miguel Roca Cabanellas, que luego le sucedieron otros muy buenos y santos obispos. Actualmente estamos esperando con mucha alegría, a Monseñor Antonio Cañizares, que Dios ha regalado a la Iglesia en Valencia; Archidiócesis de Valencia. Que según tengo entendido tomará posesión el próximo 4 de octubre, fiesta para toda la Familia Franciscana, es decir, cuando se celebra San Francisco de Asís.

    Doy gracias infinitas a Dios por esos sacerdotes santos que me puso en el camino, vicarios hoy días obispos muy piadosos, y fieles servidores de la Palabra de Dios, unos están en el cielo, otros siguen sembrando el bien allí por donde van.

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