viernes, 24 de julio de 2015

PARA MEDITAR

Escucha a tus semejantes con amor, con paciencia y con atención. La escucha hace que caigan en el otro los obstáculos que han levantado en su derredor las frustraciones del corazón, las heridas del pasado, ya sea cercano o remoto. La escucha es el comienzo de la curación interior del otro, la apertura de su alma hacia la confianza, el principio de su recuperación de la libertad perdida. 

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