lunes, 28 de septiembre de 2015

DOS IMPORTANTES ACTITUDES PARA SEGUIR A JESÚS, SEGÚN MONS. D. DEMETRIO FERNÁNDEZ

Mons. Demetrio Fernández. Foto: Diócesis de CórdobaMADRID, 27 Sep. 15 / 08:07 pm (ACI).- El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, afirmó que “el seguimiento de Jesús lleva consigo una actitud radical y tajante, que no admite compromisos ni mediocridades”. Por eso el Prelado anima a cortar “tantas situaciones que nos alejan de Dios”.
Según explica Mons. Fernández, “todo lo bueno que hay en el mundo, todo lo bueno que hay en el corazón de otra persona, nos hace cercanos, connaturales y hermanos”.
“No existe persona, por muy mala que sea, que no tenga cosas buenas, y a veces más de las que nosotros vemos a simple vista. Y con eso bueno que tiene es capaz de hacer cosas buenas, con las que me siento en sintonía y con las que puedo colaborar”, recuerda el Prelado en su carta semanal.
Por eso subraya que “la envidia, que anida en el corazón del hombre pecador, nos equivoca haciéndonos pensar que lo bueno que hacen los demás merma bondad a lo bueno que hagamos nosotros. Y no es así”.
Además insiste en que “todo lo que hay de bueno en el mundo, venga de donde venga, procede de Dios, que es el origen de todo bien”. Por eso explica que el diálogo es posible porque “la verdad, el bien y la belleza anidan en el corazón de todo hombre”, por lo que “poniendo en común lo que cada uno ha ido descubriendo, podemos sumar y llegar a la verdad plena, que sólo se encuentra en Dios”.
En ese sentido el Obispo de Córdoba ha asegurado que “la verdad no es la suma de nuestras verdades, sino que existe por sí misma y todo hombre tiene acceso a ella, aunque no sea capaz de abarcarla por completo”.
Mons. Fernández precisa luego que el camino que Jesús propone al seguirle es de “exigencia personal, tajante consigo mismo sin falsas compasiones, y al mismo tiempo de apertura en el trato con los demás, inclusivo para acoger a todos, vengan de donde vengan”.
“El cristiano ha aprendido de Cristo esta actitud de diálogo con todos. Jesús acoge a todos, valora a todos, escucha a todos. Y para todos ha venido, poniéndose a su servicio, para que todos tengan vida eterna”, asegura el Obispo y precisa: “La misión de la Iglesia incluye este diálogo de salvación: acercarse a cada hombre para ofrecerle la verdad que nos ha sido dada en Jesús”.
Lea la carta completa aquí.

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