domingo, 27 de diciembre de 2015

LECTURAS Y EVANGELIO DEL DOMINGO. DÍA DE LA SAGRADA FAMILIA

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Lectura del Libro del Eclesiástico 3, 3-7. 14-17a

Dios hace al padre más respetable que a los hijos 
y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.
El que honra a su padre expía sus pecados, 
el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos 
y cuando rece, será escuchado;
el que respeta a su padre tendrá larga vida, 
al que honra a su madre el Señor le escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, 
no lo abandones, mientras vivas;
aunque flaquée su mente, ten indulgencia, 
no lo abochornes, mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, 
será tenida en cuenta para pagar tus pecados;
el día del peligro se acordará de ti 
y deshará tus pecados como el calor la escarcha.

Sal 127, 1-2. 3. 4-5 R. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!

¡Dichoso el que teme al Señor, 
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo, 
serás dichoso, te irá bien. R.

Tu mujer, como parra fecunda, 
en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo, 
alrededor de tu mesa. R.

Esta es la bendición del hombre 
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, 
que veas la prosperidad de Jerusalén, 
todos los días de tu vida. R.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-21

Hermanos:
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y celebrad la Acción de Gracias: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2, 41-52

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre, y cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: todos los que le oían, quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
–Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.
El les contestó:
–¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
El bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.


Lectio Divina #OP800

Lectio Divina #OP800La Orden de Predicadores ofrece, a lo largo del 2016, una propuesta de Lectio Divinapara el Evangelio de cada día, preparada por distintos miembros de la Familia Dominicana de todo el mundo. Te invitamos a este encuentro con la Palabra de Dios, disponible gratuitamente en la página internacional del Jubileo:

Jesús iba creciendo en sabiduría y en gracia ante Dios y los hombres


La fiesta de la Sagrada Familia nos recuerda el carácter sagrado de la familia, escuela de amor y humanidad. La vida del ser humano no puede ser sino familiar y el evangelio nos ayuda a vivir en plenitud esta dimensión profundamente humana. La escucha atenta al Espíritu nos permitirá ser fieles al ideal evangélico, especialmente en la familia, en el tiempo presente.
Dios nos ha creado homo familiaris, y en la Encarnación ha asumido también esta maravillosa condición. Reflexionando en torno al conocido relato del niño Jesús perdido y hallado en el Templo descubriremos qué sentido tiene el plante de Jesús a sus padres que nos refiere Lucas, el cual, una vez más, dará especial protagonismo a María, que de nuevo “conservaba todo esto en su corazón”.
D. Ignacio Antón O.P. 
Fraternidad de Atocha (Madrid) 

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