martes, 26 de enero de 2016

UN SACERDOTE Y TRES LAICOS ESPAÑOLES QUE MURIERON POR ODIO A LA FE MUY PRONTO SERÁN BEATOS

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Dentro de poco, cuatro nombres se sumarán a los más de 1500 mártires de la Guerra Civil Española que ya han recibido el honor de los altares.



AIN-. (Gaudium Press)  El Papa Francisco, con fecha del pasado 21 de enero, autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos, cuyo Prefecto es el Cardenal Ángelo Amato, publicar los Decretos de Martirio de los Siervos de Dios Genaro Fueyo Castannóm, sacerdote diocesano, y tres compañeros laicos -todos pertenecientes de la Archidiócesis de Oviedo-, quienes fueron asesinos en 1936 por odio a la fe.


Se trata de los seglares Antonio González, quien tenía 24 años y era estudiante de Magisterio en la Escuela Normal de Oviedo; Isidro Fernández Cordero, de 43, y Segundo Alonso Gonzáles, de 48, ambos mineros y padres de familia con numerosos hijos, todos ellos adoradores nocturnos de Jesús Sacramentado. Además del Padre Genaro, quien es el único sacerdote diocesano de los 131 martirizados en Asturias en causa de beatificación.


"Damos gracias a Dios por el testimonio heroico que estos hermanos dieron por amor a Jesucristo, perdonando a quienes les asesinaron", han señalado desde el Arzobispado de Oviedo en una nota de prensa.


El Padre Genaro Fueyo Castañón, tenía 72 años y era párroco de la iglesia Santiago Apóstol de Nembra, en Aller, Asturias. Su martirio está narrado en el libro "Los Mártires de Nembra", de autoría del Padre Ángel Garralda García, de la siguiente manera: "Genaro Fueyo era el párroco septuagenario de Nembra-Áller, hasta la noche del 21 de octubre de 1936 en la que 18 milicianos vecinos de su pueblo, cuatro de ellos mujeres, le metieron a empujones en la Iglesia. Allí se encontró a dos miembros de la Adoración Nocturna cavando, a punta de pistola, dos fosas frente al altar de los Santos Mártires. Un tercer agujero ya estaba abierto ante el altar mayor. En dos de los nichos los milicianos arrojaron, desangrados y descuartizados, a los fieles, después de darle tormento (...) A la tercera fosa fue arrojado el párroco, tras ser apuñalado y rematado con un tiro en la sien".

El joven Antonio González había sufrido su martirio un mes antes, el 11 de septiembre de 1936.

El Proceso Diocesano de los martirios concluyó en el año 2000, siendo ese año entregado a la Congregación para las Causas de los Santos de mano del Padre Garralda, quien es el Vicepostulador de la Causa, en nombre del Arzobispo, Mons. Gabino Díaz Merchán.


El sacerdote tuvo que esperar 15 años para ver realizar su sueño de ver los Siervos de Dios recibir el honor de los altares. Así lo cuenta el Padre Garralda: "He esperado contra toda esperanza, pues, cara a mis próximo 92 años, me temía no verlos en vida en los altares. Sin embargo un fiel amigo (...) residente en Roma, me aseguraba que sí los vería beatificados".

Actualmente existen más de 1500 beatos mártires de la persecución religiosa ocurrida durante la guerra civil española, que murieron por causa de la fe desde 1934 a 1939. Ellos han sido beatificados por los tres últimos pontífices: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.

La mayoría, exceptuando los últimos decretos de Martirio, se encuentran recopilados en el libro "Mártires del siglo XX en España. 11 santos y 1512 beatos", del sacerdote Vicente Cárcel Ortí.

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