martes, 31 de mayo de 2016

PARA MEDITAR

Detrás de mis lágrimas está el amanecer. La noche siempre es espacio para alumbrar el sol. La noche también es fecunda. Todas las preguntas de la noche nos las responde el amanecer. Las horas dolorosas son uno de los ritmos del vivir. La noche no es eterna. Nunca ha faltado el amanecer. Las horas de dudas se pasan. Hay que esperar la luz. 

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