CIEN AÑOS; POR ENRIQUE MONTIEL

CALLE REAL

Cien años

ENRIQUE / MONTIEL | ACTUALIZADO 12.06.2016 - 01:00

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María Adela Gayoso Cancela, nacida en Lugo en 1916, cumplirá 100 años el próximo día 15. Llegó a la Isla después de la Guerra Civil, con su padre, alto funcionario del Ayuntamiento. Había sido de las primeras mujeres egresadas de la Universidad española. De Santiago de Compostela, creo recordar, en la que estudió Historia. Yo la conocí en aquel tercero de Bachillerato del Patronato de Enseñanza Media 'Rafael Estrada Arnáiz". Fue profesora mía en 4º, 6º y Preu, si la memoria no me falla. De Historia Universal y de España, y de Historia del Arte. Difícilmente un joven de hoy pueda comprender en su exacta dimensión lo que fue aquel bachillerato, lo que éramos aquellos estudiantes. Imperceptiblemente se ensanchaba la base de estudios de los españoles. Antes del Patronato los niños, al terminar las primeras letras, iban a la Escuela del Trabajo, a las Escuelas Profesiones de Puerto Real, o al Columela gaditano, los menos. Junto a un pequeño grupo que estudiaba en el Liceo del Sagrado Corazón. En San Fernando se dieron "academias" que preparaban a quienes quería ingresar en la Escuela Naval de Marín o la del Ejército en Zaragoza, junto al grupo, necesariamente pequeño y muy selecto, de los aspirantes a Observadores, Calculadores, Cartógrafos y así. Para el Observatorio de Marina y el Instituto Hidrográfico. Inolvidables para todos las de O'Dogherty, Garófano, Vieite, Maura, Expósito… 

Este centenario de una mujer recia de verdad, que nunca se arrugaba ante los zánganos o los que no querían estudiar y que sabía poner e imponer el orden en sus clases, sentada sobre la mesa, explicando desde la Edad Media española al Arte egipcio, nos trae el recuerdo de muchos de los profesores de aquellos años, los años 60 del siglo pasado. Como don Vicente López, don Antonio Quijano, don Miguel Matute, la señorita Gloria Cima, don José Lazaga Diaz-Sutil, don Ángel Pandiani, el Padre Piñero, don Luis Martín Lecue, el Padre Segundo Martínez Ojeda, don Alberto Galiana, luego su hijo Carlos, un extraordinario filólogo clásico, el Padre Antón Solé, un santo y, sobre todo, quien fue director del Patronato, un sabio segoviano, uno de los docentes con más personalidad y profesionalidad que he tenido la fortuna de conocer: don Alberto Agudo Luengo, lo que se dice un Maestro. Otros nombres se me escapan por los pliegues de la memoria pero nadie que estuvo allí habrá podido olvidar a la señorita Gayoso. Curioso que a los hombres se les llamaba de don y a las profesoras de señoritas. O tempo, o mores! El próximo día 15 cumple 100 años, bendito sea Dios. Lúcida, con su memoria extraordinaria, sin haber perdido el acento de Lugo, pese a tantos años en la Isla, ¿70 años? Su nombre me evoca toda la juventud y el clima en donde aprendí a amar a esta ciudad, y a conocerla. 

Parece increíble, ha sobrevivido a todos, a varias generaciones de aquellos docentes abnegados y voluntariosos. Pasó del Patronato de la calle García de la Herrán al primer instituto de enseñanza media de la ciudad, el Isla de León, en 1969. Y allí se jubiló, pienso que a los 70 años. 

Qué alegría, señorita Gayoso. Muchas felicidades. De todo corazón.