martes, 31 de enero de 2017

CANDIDATO PEDRO; POR ENRIQUE MONTIEL




Diario de Cádiz

Arropado por miles de seguidores y en Sevilla, Pedro Sánchez ha anunciado urbi et orbi que se presenta a dirigir de nuevo el partido socialista. Van dos y quien muchos esperan no acaba de hacerlo. ¿No lo tiene claro? ¿Pensó que nadie se presentaría y la llevarían en el carro del triunfo? Ya tendrá que remangarse si quiere, y esperar que López le ofrezca un pactito con algo para él y algunos de los suyos. Todos saben que ganar el Congreso no significa ganar la próxima elección, es más, el candidato Pedro, si pierde, perdería por tercera vez y las componendas con Podemos y el separatismo rampante contarían con la misma oposición de los fácticos de la socialdemocracia española y europea. ¿Es lo que espera Susana Díaz para dar el salto, que "el mundo mundial" ponga el grito en el cielo y se lo pida de rodillas? ¡Qué previsible puede llegar a ser todo! Porque es que hacen como si tuvieran los votos por anticipado, los socialistas, los independentistas, los populares, todos. Y entonces llega el tío Pedro con las rebajas y les dice a los independentistas que no, y a los socialistas y a Rajoy. Que no. Barajar de nuevo, qué pesadez. Otra vez venir a Sevilla y arriesgarse a que unos por una cosa y otros por otra vayan o no. O venirse al universo gazul, donde empezó todo, digo los más de 30 años de hegemonía socialista en Andalucía. ¿Trepidar sin que se rompa el invento, cómo se hace? Viene la división, la ruptura en dos o más del centenario PSOE, anuncia el agorero. Cree cada cual lo que más le conviene pero el candidato Pedro ha dado un paso decisivo, quien no lo quiera ver allá él. En una división que puede ser ya inevitable. Porque no se conoce tanta inquina a la líder como la que le tienen a Susana Díaz, que por ahora va por los corrillos juramentados pero que en momento dado da un salto y plaf, en lo redondo de la calle.
Se ha llegado aquí, a este punto sin retorno, a este vuelco imprevisible. La mesa de camilla, el acuerdo del último minuto ya no van a tener cabida en la contienda, estamos en esto también, en el yo o el caos, es el poder y el todo vale. Pero el cepillo del carpintero será inexorable y ese cepillo se llama "los españoles". Seremos los interpelados, los suplicados. Porque la militancia va a ser esa minoría que se pelea por las personas diciendo que es por los proyectos. Las circunstancias han querido que sea el PSOE el objeto de todo este barullo que viene.

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