domingo, 23 de abril de 2017

HA MUERTO UN HÉROE; POR ENRIQUE MONTIEL













Diario de Cádiz
Baldomero Guerrero murió ayer. Un héroe auténtico nos ha dejado. Fue una de las persona decisivas en la construcción de la Isla Amable. Ha sido como el justo que faltaba en las ciudades destruidas por Dios en la Biblia, porque no había un justo. Ni siquiera uno. Baldomero Guerrero fue ese hombre justo, ese hombre bueno, heroico que, de la nada, con la ayuda de una muy joven profesional de la gestión social llamada Lola Garzón, captada por él para el empeño, pusieron en pie el Centro de Día para los enfermos de Parkinson, primero en la Alameda Moreno de Guerra y luego en el más espacioso centro que tienen hoy a la espera de que se construya el que desde años se espera y que, mucho me temo, como no se den prisa algunos, se irá a Chiclana, en donde ponen alfombra de terciopelo a esta mujer, ya digo, que inició la feliz aventura en San Fernando.
Hubiera escrito de ese porcentaje irrisorio de incumplimiento que denuncia la concejal de Ciudadanos, que es como si le estuvieran dando algo más que un aviso a Patricia Cavada, cuya prudencia puede que exaspere ya a muchos. Prudente y paciente la voy viendo, con el Acompañante a su derecha en todas las fotos sociales pero sin rendir las cuentas que ya debería ir rindiendo. Todo queda en nada cuando despedimos a un héroe, una persona sencilla, humilde a más no poder y que, sin embargo, ha hecho una labor enorme. Por los enfermos de Parkinson de esta ciudad, y por la ciudad misma. Que era querido en extremo da fe el estupor y el dolor tan grande que hoy siente todo el personal del centro de día y toda la gente de buena fe que conoció a Baldomero, ya digo, un hombre constante que fue luchando contra sus propias limitaciones e incapacidades para entregar sus energías a la obra de su vida, la lucha con el mal de párkinson, que finalmente le ha ganado la batalla, como suele.
Nada puede ocurrir hoy en San Fernando que iguale este suceso luctuoso, que llene el hueco que va a dejar en la Isla Amable Baldomero Guerrero. Firmaré el primero el pliego de firmas que solicite para el nuevo centro de Párkinson su nombre. Pude ver los planos y su mirada de sueño y de ilusión por lograrlo. No ha sido posible. Los tiempos se eternizan, lamentablemente. Y conste que no creo que sea por desidia o por falta de deseo de hacerlo posible. Pero no lo sé ni lo entiendo. José Manuel Porras lo logró para esos otros enfermos tan necesitados. Mari Pepa Castañeda lo logró para su centro de Alzheimer. Fueron dos luchadores, son dos luchadores. Lola Garzón lo hace cada día, todos los días. Recibe de todos buenas palabras, apoyos, deseos. Pero se ha muerto Baldomero Guerrero y no ha podido cruzar el umbral de su sueño.
Hubiera sido justo que lo lograra. Descansa en paz, Baldomero.

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