* ¡¡GRACIAS!!

Una palabra, tan solo una palabra, llenaría no solo este primer artículo después del necesario "parón" sino el de toda mi vida: ¡¡GRACIAS!!

Todo ha ido como tenía que ir según el "itinerario" que Dios ha dispuesto para mí desde el momento de nacer y pienso que incluso antes. Nada de lo que me sucede y sucede es por casualidad.

GRACIAS  a tantas e innumerables muestras de cariño, de apoyo, en definitiva de AMOR que he recibido en estos últimos días que en verdad es lo que recibo siempre. Esta es una muestra más de lo que Dios me quiere y nos quiere a cada uno de nosotros.

Él se encarga en persona de que nosotros seamos sembradores sin mirar si da o no da el necesario fruto. Él se encarga de que lo que hagamos no quede en nada sino que más pronto que tarde sea "recompensado" al estilo del Señor. ¿Y cual es este estilo? Muy fácil el del AMOR.

AMOR que hemos podido notar a cada segundo Hetepheres y yo mientras estábamos en Madrid especialmente. En ningún momento nos hemos sentido solos porque en ningún momento lo hemos estado.

Porque el AMOR no es exclusivo de nadie sino de la nobleza del corazón de cada uno. Esa clase de AMOR es la que hemos sido depositarios de personas, amigos y hermanos todos en tantas cosas, creyentes y no creyentes. Todos nos han transmitido su cariño, su cercanía, sus palabras que cuando se está tan sensible son verdaderos versos para el corazón.

Y también muchas, muchísimas, oraciones. Son tantos los  que habéis rezado que ha "construido" un "colchón de Fe" que ha llenado nuestras vidas de esa clase de sosiego, tranquilidad, llena de Esperanza.

Vuelvo a SED  VALIENTES  aunque lo voy hacer más mesuradamente como todo lo que rodea mi vida pues tengo que tomarme la misma con algo más de tranquilidad por razones eminentemente de salud.

Vuelvo a SED VALIENTES donde poco a poco iré cogiendo el paso que ahora lo tengo algo cambiado.

Vuelvo a SED VALIENTES con la misma ilusión y con renovadas ganas de volver a servir a Dios por medio de este cauce de información y comunicación que nos une.

Y yo, simplemente, solo puedo dar las GRACIAS.

Jesús Rodríguez Arias