jueves, 16 de noviembre de 2017

DIES ACADEMICUS 2017-2018 DEL SBF Y DE LA ÉCOLA BIBLIQUE




Franciscanos y dominicos de Jerusalén han compartido una importante cita: el Dies Academicus 2017-2018 de sus institutos de ciencias bíblicas. El Studium Biblicum Franciscanum (SBF) y la Biblique et Archéologique Française (Escuela Bíblica y Arqueológica francesa) organizaron el 15 de noviembre la reunión en la que se presentó el programa del nuevo curso académico. En la sede de la Ècole Biblique, el director Jean-Jacques Pérennès dio la bienvenida a los numerosos participantes, junto a fray Rosario Pierri, decano del SBF.

Monseñor Marco Formica, responsable de asuntos de la Santa Sede, trajo sus saludos. Recordó la fundación de ambas instituciones, cómo a lo largo de los años han alcanzado un considerable nivel científico y cómo han construido un clima de amistad gracias al que colaboran en la actualidad. «Ambos institutos no solo están al servicio de la iglesia local, sino que son realmente universales – decía -. La gente llega de todo el mundo para tener el privilegio de estudiar aquí». Monseñor Marco Formica habló también de la riqueza de poder trabajar en Jerusalén: «Debemos reconocer que es un regalo de Dios no solo estudiar o visitar los santos lugares, sino vivir junto a la comunidad católica local».

Fray Timothy Radcliffe impartió una conferencia con el tema “Why do preachers need Biblical Scohars?” «¿Por qué los estudios bíblicos son absolutamente necesarios en la vida de un predicador? », se preguntaba el carismático sacerdote ante un público compuesto en su mayoría por religiosos. La respuesta de fray Timothy era: «En primer lugar, porque se trata de la verdad; en segundo lugar, profundizar en la predicación del Evangelio ayuda a comprender cómo ha ocurrido la revelación en la historia humana y nos ayuda a predicar con palabras más potentes; en tercer lugar, la instrucción verdadera y profunda es una vía de santidad».

A continuación, fray Rosario Pierri presentó las actividades del Studium Biblicum Franciscanum. En primer lugar, recordó los eventos del último año, entre ellos las diversas conferencias y el curso de actualización bíblico teológica en el que participaron más de cien personas. La colaboración entre los dos institutos se ha consolidado porque, como en años precedentes, los estudiantes inscritos en el doctorado pueden incluir en su plan de estudios cursos lingüísticos y exegéticos ofrecidos por la Ècole Biblique. «Este año académico 2017-2018 hay 69 matriculados en el SBF, 9 más que el curso anterior – decía fray Rosario -. Me gustaría también señalar el lanzamiento de un nuevo diploma en lenguas bíblicas, aprobado por el Antonianum de Roma».

Tras un descanso, tomó la palabra fray Gregor Geiger, profesor de hebreo en el SBF, que presentó la nueva guía de Tierra Santa, publicada hace pocos meses. El fraile ha escrito la guía más actualizada sobre la tierra de Jesús, a partir de la de su maestro fray Heinrich Fürst, fallecido en 2014. Fray Gregor también ha contado con la ayuda del arqueólogo fray Eugenio Alliata, como contaba él mismo, añadiendo con ironía: «Si existe respuesta a una pregunta, él la sabe». 
Después, se presentaron las actividades de la dell’École Biblique et Archéologique Française, por su director Jean-Jacques Pérennès.

Asistió a la reunión también el vicario patriarlcal para Jerusalén y Palestina, monseñor Giacinto Boulos Marcuzzo. «Es una gracia para Tierra Santa tener estos institutos de estudios – decía monseñor Marcuzzo -. En Jerusalén tenemos el SBF, la École Biblique y también el estudio bíblico jesuita, además de cursos universitarios de los salesianos del Patriarcado Latino y de los padres benedictinos. La especialidad de estos estudios es que tratan sobre la palabra de Dios in loco, es decir, en los lugares de la Tierra Santa». Monseñor Marcuzzo subrayó la importancia de la contribución que estos institutos pueden aportar, si utilizan un método de trabajo adecuado: «No se puede avanzar en la investigación si no se actúa sobre la base de la realidad de la Biblia y del terreno. Esto nos permite progresar en el conocimiento de la palabra de Dios y de la historia de la fe y de la Iglesia».


Beatrice Guarrera

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