jueves, 28 de diciembre de 2017

VIVIENDO EN BELÉN



El propietario del Belén observa sus figuras.

P.M.Durio
De la adquisición de una imagen de manera fortuita al encargo de medio centenar de figuras. De la casualidad a la pasión. De un misterio a toda una representación escénica del nacimiento de Jesús. El cofrade gaditano Juan Zamanillo atesora en su casa uno de los grandes tesoros de la Navidad: un monumental Belén que actualmente compone medio centenar de figuras y que este año se expone en el convento del Carmen (de lunes a sábado en horario de 18 a 20 horas y domingos y festivos de 12 a 14 horas). De algún modo, él vive para el Belén durante todo el año, igual que el Belén que ha creado en el último cuarto de siglo vive en su casa.

Amante de la Navidad y de los belenes desde pequeño -"desde que enfrente de Simago vendían figuritas de plástico", recuerda- la casualidad le llevó a mediados de los 80 a adquirir la primera figura, un San José "que Luis (González Rey) hizo para un particular que luego no sirvió y yo lo compré". Ese San José lo acompañó Zamanillo los primeros años de una Inmaculada, hasta que pasado un tiempo "le encargué a Luis que hiciera una Virgen". "Y entonces él me dijo que me iba a regalar los Reyes". Y a partir de ahí, llegó un pastor, otra figura, y luego otra... hasta el medio centenar de hoy en día.

EL BELÉN SE EXPONE ESTE AÑO EN EL CARMEN, CADA TARDE Y LOS DOMINGOS Y FESTIVOS POR LA MAÑANA

"Me fui emocionando hasta tener esto, y ahora sí pienso de un año para otro lo que voy a querer y lo encargo", afirma Juan Zamanillo. Todas las figuras son obra del imaginero más representativo de la ciudad desde hace varias décadas, Luis González Rey -que precisamente cuenta con otro belén, con imágenes algo más pequeñas, que estuvo expuesto hace dos años en Unicaja-.

El belén de Zamanillo comenzó siguiendo la estética napolitana, "pero he hecho una interpretación a mi manera", dando a cada personaje una vestimenta y contexto particular, "como por ejemplo los Reyes, que en la tradición napolitana suelen ir a caballo y con apariencia de turcos y yo los tengo con reinas y con vestidos de épocas distintas, con la reina de Melchor al estilo de María Antonieta y la de Gaspar como la corte inglesia, con bufona incluida", explica.

Una de las cosas que llaman la atención de este monumental Belén que este año se expone en el convento del Carmen es la simbología y la alegoría, presente en muchas imágenes y escenas. Así, está representado el demonio, "donde también he huido de la tradición napolitana, con un personaje de la época que sí tiene símbolos alusivos"; Zacarías, "que es un personaje del Adviento y que represento con la Torah para hacer referencia al cumplimiento de las Escrituras con el nacimiento de Jesús"; los santos carmelitas Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, "hechos expresamente para este belén por el carácter carmelitano que tiene"; Santa Isabel con San Juan Bautista; o San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen, que en la representación ideada por Zamanillo y ejecutada por González Rey ocupan parte del misterio del nacimiento de Jesús. "Es un Belén muy de alegorías y simbología. Me gusta que se respeten los evangelios, y a partir de ahí que entre en juego también la fantasía", comenta el propietarios de las imágenes.

Diseñar un nacimiento de estas características lleva a Zamanillo a estar prácticamente todo el año pensando en su Belén. Primero en la imagen o imágenes que encargará para la próxima Navidad (para lo que se pone de acuerdo con el imaginero gaditano) y luego diseñando los ropajes y reuniendo el resto de atributos. "Si voy por la calle en cualquier época del año y veo algo que creo que me va a servir para el Belén, lo compro", comenta. Y durante el año también conserva, lógicamente, las imágenes en su domicilio. "El misterio lo tengo en una urna, y el resto de imágenes antes las tenía en una vitrina; pero ya no caben todas y algunas las embalo debidamente y las guardo durante el año", explica. Algunos años las expone durante estas fiestas de Navidad -como ha hecho este año en el convento carmelitano o como hizo hace tres navidades en la sede de la Fundación Cajasol, siempre de la mano de la cofradía del Carmen, de la que es mayordomo- y otros simplemente recibe y viste esas nuevas figuras en su domicilio particular.

La pasión navideña de Zamanillo sigue por ahora intacta. De hecho, mientras en el Carmen se expone cada tarde el Belén (hasta el próximo 4 de enero), ya piensa en ampliar la 'familia' para la Navidad del próximo año. "De momento seguiré adquiriendo figuras, hasta que no pueda económicamente o me suponga un serio problema tenerlas en casa durante el año", confiesa este gaditano cuya casa, de algún modo, se ha convertido en Belén.

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