martes, 22 de mayo de 2018

CAZA MINÚSCULA; POR ENRIQUE GARCÍA-MÁIQUEZ



Un hombre es el único animal que tropieza tres veces con el mismo tropo: yo. He usado en tres ocasiones, citando pedante a Ernst Jünger, su expresión "caza minúscula" cuando ya la primera vez me advirtieron de que él, en realidad, hablaba de "caza sutil" ("subtile Jagden") para referirse a sus capturas de insectos. Estudiarlos era la gran afición del gran escritor, entomólogo de prestigio. Tanto, que puso su nombre a cinco nuevos escarabajos y a dos mariposas. Lo increíble es que yo me confunda tanto si "sutil" es muchísimo mejor que "minúscula".

Pensé que se debía a mi mente burocrática, simétrica y rutinaria que había cogido los carriles del tamaño: caza mayor, caza menor y… caza minúscula. Aunque esta noche, insomne, obsesionado con el zumbido de unos mosquitos inmunes a los insecticidas, insecticidas que a mí, en cambio, me ahogan, he comprendido que mis sentimientos de cazador de insectos no son nada sutiles. Nada de nada.

Con las lluvias de abril y el sol de mayo, vamos a tener un verano terrible de mosquitos: va a correr la sangre, si me permiten la falta de sutileza. Aunque más que caza, es un duelo minúsculo a florete, teniendo en cuenta que ellos también arremeten y me pican: touché!, touché!, touché!… Los zumbidos, tanto como a un florete o a una espada láser, recuerdan al Barón Rojo haciendo acrobacias en la Primera Guerra Mundial. Pasan tan cerca que empiezo a sospechar que creen que mis palmadas furiosas son enfervorecidos aplausos a sus audaces vuelos rasantes.

¿Qué harán los ecologistas? ¿Dejar que les piquen con toda naturalidad para no interferir en la cadena trófica? ¿O encender velas de citronela, plantar albahacas, hincar clavos en los limones y demás remedios naturistas? Espero que no porque eso o condenaría a los mosquitos a una muerte lenta, por inanición, o los echaría a las casas de gentes mucho menos concienciadas, obligándoles a chupar muy mala sangre, pobres. ¿O adoptarán murciélagos y golondrinas para no dar ni noche ni día descanso a los mosquitos? Es mi opción favorita. Puedo escribir los himnos más alegres esta noche a los insectívoros. Tengo la impresión de que hay mosquitos para todos. Esto es el festín de Babette de los vencejos.

Con esos sueños salvajes y sutiles de cazas minúsculas al fin dormito un poco. Con tan mala noche, el próximo artículo (éste) me saldrá un zumbido. Un artículo minúsculo, sí, pero escrito con sangre.

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